Madrid, 4 oct (.).- El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha descartado este viernes al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que el acuerdo de financiación firmado con ERC pueda ser base de la negociación multilateral del sistema de financiación autonómica y le ha planteado la necesidad de una ley de armonización fiscal.
"La riqueza de España es de todos, es nacional. Castilla-La Mancha se opondrá siempre a que la riqueza, en vez de pasar a analizarla y distribuirla entre todos, se empiece a dividir o computar por territorios. Hablando de manera clara, la riqueza de Castilla-La Mancha no es de los castellano-manchegos; la riqueza de Cataluña no es de los catalanes, es de todos", ha manifestado tras reunirse en la Moncloa con Sánchez.
En rueda de prensa, ha reiterado su rechazo al acuerdo para una 'financiación singular' para Cataluña y ha dejado claro que no lo ve válido "ni siquiera como documento de estudio".
A su juicio, es contrario a los principios de la izquierda, supone "dar vuelta por completo al modelo constitucional y federal" y "contraviene los principios más fundamentales de la equidad y la igualdad".
Page ha reconocido la dificultad de pactar con quienes quieren romper la unidad, pero ha insistido en que "la economía no se puede trocear en 17, como no tiene que haber 17 mercados o políticas fiscales".
Y ha avanzado que va a remitir a Sánchez un documento de trabajo para plantear una ley de armonización fiscal que evite la competencia fiscal entre comunidades.
Page ha insistido en la necesidad de redistribuir la riqueza entre los españoles, no entre territorios: "Ningún territorio puede querer quedarse con todo lo que tiene de riqueza, porque es consecuencia de la actividad de generaciones enteras de toda España", y distribuir después un cupo de solidaridad.
A su juicio, cualquier negociación debe ser multilateral y sin más regímenes especiales que los que marca la Constitución, el vasco y el navarro.
Una negociación en la que, ha recalcado, ninguna comunidad va a partir del acuerdo firmado entre el PSC y ERC, sino del actual modelo, en el que solo cinco comunidades están infrafinanciadas: Castilla-La Mancha, Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía.