Bruselas, 6 abr (.).- Los países de la Unión Europea (UE) discuten este miércoles los detalles de un nuevo paquete de sanciones contra Moscú, el quinto desde el inicio de la invasión sobre Ucrania, que afectaría por primera vez al sector energético con la prohibición de las importaciones de carbón ruso.
La reunión de los embajadores de los Veintisiete en Bruselas (COREPER) sobre distintos puntos de la situación de Ucrania arrancó esta mañana y, según distintas fuentes europeas, el debate sobre la propuesta de la Comisión Europea para una nueva ronda de sanciones a Rusia continuará mañana jueves.
"La Comisión siempre ha presionado por sanciones ambiciosas y efectivas que tengan un impacto significativo en la economía rusa y en la capacidad del Kremlin de financiar su invasión de Ucrania" y esto "requiere que embarquemos a todos los Estados miembros, todos tienen que estar con nosotros", aseguró este miércoles en rueda de prensa el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer.
Una vez que los embajadores den su visto bueno, previsiblemente mañana, las capitales tendrán que aprobarlo por un procedimiento por escrito para publicarse a continuación en el Diario Oficial de la UE, si ninguno de los veintisiete Estados miembros plantea objeciones.
El quinto correctivo contra la Rusia que preside Vladímir Putin llega como respuesta a las recientes imágenes de civiles aparentemente ejecutados en Bucha, un municipio a las afueras de Kiev ocupado durante semanas por tropas rusas en el que la UE cree que se han cometido crímenes de guerra.
ENERGÍA
La gran novedad de la propuesta de la Comisión es que, por primera vez, las sanciones afectan a las compras de productos energéticos rusos, en concreto al carbón, lo que privaría a Moscú de ingresos por unos 4.000 millones de euros.
Rusia obtuvo ingresos de 99.000 millones de euros en ventas de energía a la UE en 2021, una cifra que previsiblemente será mucho más alta en 2022 ante el vertiginoso aumento de los precios de la energía.
Moscú suministró a la UE en 2021 el 46,7 % del carbón que quema, pero también es el primer proveedor de gas (40 %) y petróleo (27 %), aunque estos dos últimos hidrocarburos no entraban en la actual propuesta de sanciones de la Comisión.
Sin embargo, no se descarta a futuro. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, señaló este miércoles ante el Parlamento Europeo que "tarde o temprano" habrá que hablar también de gas y petróleo; y el alto representante de la UE en Asuntos Exteriores, Josep Borrell, recordó que la UE ha comprado a Rusia 35.000 millones de euros en energía desde que empezó la guerra.
"Estamos trabajando en sanciones adicionales, incluso sobre las importaciones de petróleo", dijo el martes Von der Leyen al anunciar la propuesta de sanciones, una línea a la que también se ha abierto el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
LAS HIJAS DE PUTIN
El correctivo también incluye sanciones individuales a más políticos, responsables de propaganda y empresarios rusos, después de que se haya expulsado a 200 diplomáticos rusos de países de la UE en los últimos días.
En la lista propuesta por la Comisión, según adelantó el diario Financial Times y confirmó EFE, se incluyen a dos de las hijas de Putin, Ekaterina Tikhonova and Maria Vorontsova, fruto del matrimonio con su primera esposa, Liudmila Pútina.
Figuran también magnates del sector de las finanzas, el aluminio, el oro o el comercio electrónico.
OTROS SECTORES
El quinto paquete de sanciones llega después de cuatro rondas en las que la UE ha congelado activos del banco central ruso, ha excluido a gran parte de sus bancos del sistema de transferencias internacionales, ha cerrado el espacio aéreo y ha bloqueado plataformas de propaganda del Kremlin, entre otros correctivos aplicados también por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido o Japón.
Según la nueva propuesta de la Comisión, además de cortar la importación de carbón se prohibirían las transacciones con cuatro bancos rusos, así como el cese de ciertas exportaciones europeas de madera, marisco o licores.
Se impedirá, además, que los barcos rusos y las embarcaciones operadas por Rusia accedan a los puertos de la UE, con ciertas exenciones en productos agrícolas, alimentarios, ayuda humanitaria y energía, y se bloquearían exportaciones de tecnología y maquinaria por valor de 10.000 millones de euros.
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