La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) ha anunciado hoy el inicio de una evaluación preliminar que afecta a 368.309 vehículos Ford (NYSE:F) Edge, concretamente de los modelos fabricados entre 2015 y 2017. La investigación se centra en la posibilidad de que estos vehículos sufran una pérdida de capacidad de frenado debido a fallos en las mangueras de freno traseras.
El Ford Edge, un SUV de tamaño medio, se encuentra bajo escrutinio tras la aparición de informes que sugieren un posible compromiso en la capacidad de frenado de estos vehículos. Esta investigación de la NHTSA forma parte de su compromiso para garantizar la seguridad y fiabilidad de los vehículos en circulación.
El proceso de investigación de la NHTSA está diseñado para evaluar el alcance, la frecuencia y las posibles consecuencias para la seguridad del presunto defecto. Si la evaluación preliminar encuentra evidencias suficientes de un problema de seguridad, podría dar lugar a una retirada del mercado, aunque por el momento no se ha determinado ninguna acción en este sentido.
Se recomienda a los propietarios de vehículos Ford Edge de los años modelo afectados que se mantengan informados sobre el progreso de la investigación. La NHTSA podría proporcionar actualizaciones o instrucciones para los propietarios de los vehículos a medida que avance la evaluación. Mientras tanto, Ford no ha emitido ninguna declaración respecto a la investigación en curso de la NHTSA.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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