Berlín, 8 feb (.).- El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo este miércoles ante el Parlamento que la Unión Europea (UE) tiene suficientes instrumentos para promover industrias limpias y responder a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de EE. UU. que contempla grandes subvenciones.
"EE. UU. ha desatado nuevamente con la IRA el debate sobre una política industrial activa. Aunque es correcto que debemos ocuparnos de las repercusiones de esa política no es adecuado entrar en un ánimo apocalíptico", dijo Scholz a quienes ven en el plan de subvenciones estadounidenses una amenaza para Europa.
"En primer lugar es de celebrar que EE. UU. al final asuma de manera decidida la búsqueda de la neutralidad climática, lo mismo que nosotros. Por otro lado en Europa tenemos las condiciones económicas y los instrumentos de fomento para promover la transformación industrial", dijo Scholz.
Scholz recordó que durante la pandemia se creó un fondo de 250.000 millones de euros para apoyar la descarbonización de la industria europea y que solo se ha recurrido a parte de ese dinero.
Además se refirió a la iniciativa RePower UE de la que pueden salir 20.000 millones de euros en subvenciones y cientos de miles de millones en créditos y otros programas europeos para inversiones e innovaciones.
"Si se pone todo ello al lado de los programas de fomento de EE. UU., por valor de 370.000 millones, se ve que Europa no tiene por qué esconderse ante ellos. Miraremos donde nuestros programas tienen vacíos y cómo pueden cerrarse", dijo.
"Ello requiere primero un análisis minucioso como el que ha anunciado la CE", agregó.
En todo caso, Scholz subrayó que "una carrera de subvenciones" sería el camino equivocado y se refirió a empresas estadounidenses que invierten en tecnologías estratégicas -por ejemplo en fábricas de semiconductores- en Europa.
Lo que piden las empresas, según Scholz, es utilizar de manera más flexible las herramientas ya existentes y eso es justamente lo que ha propuesto la Comisión.
Todo ello, según Scholz, debe hacerse dentro del mantenimiento de la apuesta por los mercados abiertos y el libre comercio.
"Bajo las condiciones de una desglobalización no se puede alcanzar la transformación que se necesita en todo el mundo para lograr la descarbonización", dijo.
Scholz dijo que el único punto de la IRA que produce alguna preocupación son aquellas reglas que perjudican a empresas europeas en beneficio de compañías estadounidenses, canadienses y mexicanas.
"De eso hablamos ahora con nuestros amigos estadounidenses, con serenidad y confianza", aseguró.