Por Sarah Marsh y Marc Frank
LA HABANA (Reuters) - El hijo mayor del fallecido líder revolucionario cubano Fidel Castro Ruz, Fidel Castro Díaz-Balart, se suicidó el jueves a los 68 años después de recibir tratamiento médico durante varios meses por una depresión, informó la prensa estatal.
Castro Díaz-Balart, conocido como "Fidelito" por su gran parecido a su padre, estuvo hospitalizado durante parte de su cuadro depresivo y luego se le realizó un seguimiento ambulatorio.
"El doctor en Ciencias Fidel Ángel Castro Díaz-Balart, quien venía siendo atendido por un grupo de médicos desde hace varios meses con motivo de un estado depresivo profundo, atentó contra su vida en la mañana de hoy primero de febrero", dijo el sitio de Internet Cubadebate.
"Fidelito" nació en 1949 del breve matrimonio de su padre con Mirta Díaz-Balart, antes de que el líder revolucionario derrocara a un dictador apoyado por Washington y levantara un Estado comunista a las puertas de Estados Unidos durante la Guerra Fría.
Castro Díaz-Balart era primo del representante Mario Díaz-Balart y el exlegislador Lincoln Díaz-Balart, dos de los rivales más acérrimos de su padre en la comunidad de cubanos-estadounidenses en el exilio.
También fue objeto de una dramática disputa por su custodia entre las familias de su padre y su madre cuando pequeño.
Académicos de Cuba dicen que su madre lo llevó a Estados Unidos cuando tenía cinco años luego de anunciar que quería divorciarse de Castro Ruz, mientras él estaba en prisión por un ataque contra el cuartel militar Moncada en Santiago.
Castro pudo llevar a "Fidelito" de regreso a Cuba después de la revolución de 1959.
Castro Díaz-Balart estudió física nuclear en la Universidad de Lomonosov en Moscú y ejercía como asesor científico del Consejo de Estado y vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba al momento de su muerte.
Entre 1980 y 1992, fue jefe del programa nuclear nacional de Cuba y lideró el desarrollo de una central electronuclear en Cienfuegos hasta que su padre lo despidió.
Cuba frenó sus planes sobre la planta ese mismo año debido a la falta de financiamiento después del colapso del comercio de la isla y de la ayuda del exbloque soviético. Castro Díaz-Balart desapareció de la vida pública y sólo se presentaba ocasionalmente en alguna conferencia científica o evento diplomático.
Su muerte ocurre poco después de un año del fallecimiento de su padre el 25 de noviembre de 2016, a los 90 años.