Ginebra, 6 sep (.).- El Consejo Federal (Ejecutivo suizo) anunció hoy cambios en su sistema de protección a bancos sistémicos en caso de riesgo, a raíz de la crisis este año de uno de ellos, Credit Suisse (SIX:CSGN), que tuvo que ser comprado de urgencia por UBS (SIX:UBSG).
En un comunicado tras la reunión semanal del Ejecutivo, en la que se examinaron informes sobre las llamadas barreras de liquidez pública para ayudar a bancos sistémicos, se subrayó que este tipo de mecanismos de seguridad se convertirán en ley ordinaria, aunque ya eran aplicables desde 2022.
Además, para apoyar estas garantías públicas, los bancos sistémicos cuya caída pudiera afectar al sistema financiero nacional e internacional (conocidos en la jerga financiera como "too big to fail") deberán pagar por adelantado "compensaciones a tanto alzado" ("lump-sum compensations").
Esta suerte de fianzas se pagarán incluso si las barreras de liquidez nunca tuvieran que ponerse en marcha, y dado el caso de que sí se aplicarán, se contabilizarían intereses y primas, destacó el comunicado oficial.
Este tipo de barreras que, según Suiza, ya poseen otros importantes mercados financieros en EE.UU., la Unión Europea, Japón o Canadá, se acordaron en el país centroeuropeo ya en marzo de 2022 para garantizar la estabilidad del mercado financiero, precisamente un año antes de que se tuvieran que aplicar para rescatar a Credit Suisse.
El 16 de marzo, tres días antes de que se acordara la compra de Credit Suisse por UBS, el Consejo Federal usó la ley de emergencia para introducir el marco necesario para la barrera, que incluyó garantías de liquidez pública al segundo de esos bancos con el fin de protegerle de posibles pérdidas por adquirir el primero.
Esas provisiones quedaron "obsoletas" una vez que UBS renunció, el pasado mes de agosto, a esas garantías públicas, que este año fueron objeto de debate en los medios por su uso en el rescate de Credit Suisse, un banco privado que protagonizó años de malas gestiones y pésimas decisiones financieras.
La semana pasada se confirmó que Credit Suisse desaparecerá como marca en un proceso de absorción que durará los próximos dos años, así que su actual dueño, UBS, con un producto interior bruto (PIB) equivalente al doble del PIB helvético, será en principio el único banco de importancia sistémica en el poderoso sector bancario nacional.