Por Alan Baldwin
(Reuters) -La Fórmula Uno y los organizadores locales suspendieron el miércoles el Gran Premio de Emilia Romaña en Imola debido a las lluvias torrenciales y las inundaciones que están devastando la región del norte de Italia.
Según se informó, el evento no puede celebrarse con seguridad este fin de semana, por lo que la decisión es "lo correcto y responsable dada la situación a la que se enfrentan los pueblos y ciudades de la región".
En un calendario repleto de carreras, que inicialmente contaba con un récord de 24 pruebas, pero que se redujo a 23 en enero con la cancelación de China, hay pocas posibilidades de reprogramación.
La agencia de protección civil italiana había emitido el lunes una alerta roja meteorológica para la región y el ministro de Transportes, Matteo Salvini, pidió el miércoles el aplazamiento de la prueba "para concentrar todos los esfuerzos en hacer frente a la emergencia".
La carrera del año pasado congregó a 129.000 espectadores el fin de semana y a 64.000 el domingo.
El circuito de Imola está bordeado por el río Santerno y, aunque el paddock seguía libre de inundaciones, el nivel del agua estaba subiendo y las zonas circundantes, incluidos los aparcamientos y algunas carreteras de acceso, estaban anegadas.
Según las autoridades, al menos ocho personas murieron y miles fueron evacuadas de sus hogares en pueblos y ciudades de toda la región.
El director ejecutivo de la Fórmula Uno, Stefano Domenicali, que nació en Imola y trabajó en el circuito en su juventud antes de unirse a Ferrari (NYSE:RACE), dijo que la decisión de no continuar es la correcta. "Tenemos que garantizar la seguridad y no crear una carga adicional para las autoridades mientras se ocupan de esta terrible situación", declaró.
(Reporte de Alan Baldwin en Londres y Hritika Sharma en Hyderabad; editado en español por Carlos Serrano)