Lisboa, 22 sep (.).- La consejera delegada de TAP, Christine Ourmières-Widener, dijo hoy que si la aerolínea, ahora en manos del Estado portugués, pasa a formar parte de un grupo grande de aviación contribuiría a su resiliencia futura, aunque no adelantó plazos sobre el proceso de reprivatización.
"Formar parte de un gran grupo sería una fuente de resiliencia para el futuro", aseguró Ourmières-Widener durante un encuentro con corresponsales extranjeros en Lisboa, en el que garantizó que la administración de TAP "dará apoyo en cualquier proceso".
El Gobierno portugués tiene previsto lanzar el proceso de privatización de TAP, en la que estarían interesados Lufthansa (ETR:LHAG), Air el grupo IAG (BME:ICAG) (British Airways e Iberia), aunque este último sería el peor posicionado porque podría perjudicar el "hub" de la compañía en Lisboa, según medios locales.
La consejera delegada de TAP consideró que sería "inapropiado" hacer comentarios sobre los posibles compradores y no adelantó plazos de una posible venta, pero defendió que la aerolínea es una "oportunidad fantástica" dentro de Europa.
"Tenemos una de las flotas más modernas de Europa", destacó.
VÍCTIMA DE UN CIBERATAQUE
La aerolínea sufrió un ciberataque este pasado verano que ha filtrado datos de más de 1,5 millones de clientes, y aunque TAP desconoce el número total de usuarios afectados reconoce que es "significativo".
"Somos muy serios sobre los datos de nuestros clientes", aseveró Ourmières-Widener, que pidió disculpas por lo ocurrido en un vídeo divulgado recientemente por la compañía.
La consejera delegada señaló que están invirtiendo en protección adicional y que hay que "asegurar que estamos más protegidos aprendiendo de este incidente".
Cuestionada sobre posibles procesos legales a raíz del ciberataque, afirmó que la empresa ha cumplido todas las jurisdicciones y regulaciones y que el proceso fue seguido de cerca por expertos legales.
"Esperamos que no, porque hemos sido muy cuidadosos en dar la información", dijo.
PREOCUPA LA SITUACIÓN ECONÓMICA
La líder de TAP reconoció que las previsiones macroeconómicas que apuntan a una posible recesión son un motivo de preocupación para la aerolínea, pero que la situación no es igual en todos los países.
"De los destinos a los que viajamos vemos que todavía hay un apetito significativo", explicó, aunque admitió que existe especial preocupación por el mercado británico.
TAP ya está sintiendo los efectos y este año el coste en combustible se acercará a los mil millones de euros, por encima de lo presupuestado.
La compañía apuesta especialmente por el mercado brasileño, donde ya tiene una "enorme presencia" y ve potencial para aumentar las frecuencias de los 11 destinos en los que ya opera.
Por ello, las inminentes elecciones presidenciales en Brasil "tienen una importancia relevante" para la aerolínea.
Norteamérica, donde también ven oportunidades para seguir creciendo, y África son otros de los mercados clave de TAP.
TAP sufrió un fuerte impacto por la pandemia, con lo que el Gobierno portugués amplió su presencia en el capital de la aerolínea -donde ahora tiene el 100 %- y aprobó ayudas millonarias al considerarla "estratégica" para el país.
En total, la Comisión Europea dio luz verde a diferentes ayudas estatales que rondan los 3.200 millones de euros, a cambio de un plan de reestructuración.