MADRID (Reuters) - A un día del previsto cierre al tráfico de las autopistas radiales de peaje R-3 y R-5 de Madrid, un tribunal mercantil madrileño acordó dejar sin efecto el cese de explotación fijado por el plan de liquidación de las autovías quebradas.
En su auto publicado el viernes, el tribunal dijo que las empresas concursadas continuarán de momento con la explotación. La sentencia se refirió también a un tramo de treinta kilómetros de la autovía madrileña de circunvalaciíon M-50 y a la circunvalación a Alicante.
Con su decisión, el tribunal acepta parcialmente el recurso presentado por el Ministerio de Fomento, que tiene previsto hacerse cargo de la gestión, pero que tendrá que asumir en este caso la deuda de cerca de 900 millones de euros de las concesionarias quebradas.
Fomento, que como el resto del Gobierno está en funciones desde finales del pasado año, había solicitado al juez una prórroga de la explotación actual de nueve meses para poder estudiar todos los detalles relacionados con la futura gestión de las autovías.
Las cuatro autovías son gestionadas por las dos empresas concesionarias Accesos de Madrid y Ciralsa.
Accesos de Madrid está participada en un 35 por ciento por Abertis (MC:ABE), en un 25 por ciento por Sacyr (MC:SCYR) y en un 20 por ciento tanto por ACS (MC:ACS) como por Bankia (MC:BKIA).
Ciralsa, a su vez, está participada en un 50 por ciento por ACS y en un 25 por ciento tanto por Abertis como por Bankia.
Las concesionarias se habían declarado en concurso hace tres años al no poder cobrar la obra realizada para sus autovías mediante el peaje debio al fuerte descenso del tráfico durante los años de la crisis de 2008 a 2013.
La prórroga de la explotación decretada ahora por el juez coincide también con un repunte del tráfico que, en el caso de la red de autopistas de peaje, se incrementó en los siete primeros meses del año en un 6,1 por ciento, según datos de la patronal de construcción Seopan.