Nueva York, 10 oct (.).- Wall Street abrió este jueves con sus indicadores en rojo tras conocerse los últimos datos de inflación de septiembre, que ha resultado ser más alta de lo esperado, lo que arroja dudas sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal.
Un minuto después del toque de campana, el Dow Jones de Industriales perdía un 0,25 %, hasta 42.707 puntos, el S&P 500 bajaba un 0,32 %, hasta 5.822 unidades, y el tecnológico Nasdaq caía un 0,48 %, hasta 20.364 enteros.
De confirmarse esta tendencia bajista, los índices perderían la senda del récord, ya que ayer tanto el Dow Jones como el S&P 500 cerraron en máximos históricos.
Ha sido el dato de la inflación subyacente -que elimina los productos más volátiles, como alimentos y energía- de un 0,3 % en septiembre el que ha disgustado a los mercados, que apostaban por una subida del 0,2 %, según los analistas.
La inflación interanual, del 2,4 %, ha sido, sin embargo, mejor de lo esperado (se preveía un 2,5 %), y de hecho se convierte en el mejor índice desde febrero de 2021.
El portal MarketWatch vaticina que estas cifras no van a anular los planes de la Reserva Federal de bajar los tipos de interés de nuevo, pero podrían pausarlos y hacer que la nueva rebaja ya no se lleve a cabo en noviembre, sino en la siguiente reunión.
En cuanto al petróleo de Texas, que arrastra dos días de caída -el martes perdió un abultado 4,6 %-, esta mañana parece recuperarse con un alza del 1,01 %, hasta 74,70 dólares el barril, de nuevo animado por las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y la perspectiva de un ataque de represalia que Israel asegura será 'feroz' contra Irán.
Entre los 30 valores del Dow Jones, destacan las subidas de Amazon (NASDAQ:AMZN) (1,36 %) y Travelers (NYSE:TRV) (1,01 %), mientras que entre los valores bajistas cabe citar a Intel (NASDAQ:INTC) (-1,45 %) y Goldman Sachs (NYSE:GS) (-0,75 %).
Mañana se esperan los resultados de JP Morgan (NYSE:JPM) y Wells Fargo (NYSE:WFC), dos de los mayores bancos de Estados Unidos y que son analizados como uno de los termómetros más fiables de la salud económica del país en un momento especialmente crítico por la cercanía de las elecciones presidenciales, unos comicios donde la economía está resultado ser determinante para los votantes.