Ángel Gómez
Nueva York, 16 abr (EFE).- Una nueva jornada de resultados trimestrales movió hoy a Wall Street, y lo movió mucho, pero los vaivenes acabaron con ligeras pérdidas bursátiles, después de dos sesiones seguidas de ganancias en dos de sus principales índices.
Los indicadores del mercado están cerca de los niveles históricos. Al Dow Jones le faltan casi 200 puntos para llegar al récord del 2 de marzo y el selectivo S&P 500 se quedó a doce de coronar la marca que alcanzó ese mismo día.
Estos dos indicadores llevaban dos días con subidas, que no pudieron consolidar hoy, aunque estuvieron cerca de lograrlo, ya que su descenso no llegó ni al 0,1 %, peleándola hasta los últimos minutos.
El Nasdaq también salió mal parado, pero por lo menos se mantuvo, aunque a duras penas, por encima de los 5.000 puntos, una marca que le costó quince años reconquistar, como parte del impulso que ha venido registrado el mercado de Nueva York en los últimos meses.
Fue una jornada intensa de resultados financieros que movieron hacia arriba o hacia abajo el mercado.
Entre los difundidos había los dos firmas del grupo del Dow Jones, el grupo sanitario UnitedHealth (NYSE:UNH) y la financiera Goldman Sachs (NYSE:GS), pero otras empresas de gran importancia anunciaron los suyos propios, como el Citigroup (NYSE:C) y American Express (NYSE:AXP).
Los operadores recompensaron los buenos datos de UnitedHealth, como representante de un sector que viene siendo muy activo en los mercados de inversión, y castigaron levemente a Goldman Sachs.
En otros tiempos, según los comentaristas, el impacto que están teniendo los resultados trimestrales que se están dando a conocer estos días habrían movido más al mercado, pero los indicadores están cerca de niveles históricos, y hay poca cancha por delante.
A media jornada el mercado recibió con entusiasmo que el precio del crudo de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, había alcanzado hoy al cierre el máximo anual, de 56,71 dólares, pero el impulso no se pudo mantener hasta el final.
Y la incertidumbre sobre Grecia sigue preocupando a Wall Street, a falta de otras preocupaciones mayores.