JARTUM, 18 nov (Reuters) - Los opositores al golpe de Estado en Sudán se comprometieron el jueves a intensificar sus protestas después de que se reportó la muerte de 15 civiles en el día más mortífero desde la toma del poder el mes pasado, arriesgándose a una mayor confrontación, ya que la junta no da señales de ceder.
Más de tres semanas después de que el general Abdel Fattah al-Burhan frustró la transición de Sudán hacia un gobierno civil, los activistas a favor de la democracia enfrentan una lucha cada vez más peligrosa en las calles.
Las muertes del miércoles, reportadas por médicos alineados con el movimiento de protesta, elevan a al menos 39 el número de víctimas desde el golpe del 25 de octubre.
La violencia provocó la condena de los estados occidentales, que han suspendido la asistencia económica desde el golpe. Pese a la presión económica -Sudán necesita ayuda desesperadamente-, los esfuerzos para mediar en una salida de la crisis se han estancado.
Los manifestantes describieron el comportamiento de la policía durante las protestas del miércoles como más agresivo que antes, en otra señal de que el Ejército está buscando afianzar su posición. Los militares han dicho que están permitidas las protestas pacíficas.
Los enfrentamientos continuaron el jueves en Bahri, ciudad hermana de Jartum, que se llevó la peor parte de la violencia del miércoles. Un testigo dijo que las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos y balas reales mientras retiraban las barricadas levantadas por los manifestantes, que se dispersaban y reagrupaban mientras intentaban protegerlos.
Un grupo de comités de resistencia vecinales que coordinan el movimiento de protesta en el este de Jartum anunció en un comunicado una "escalada abierta" contra el golpe.
"Ahora estamos haciendo consultas entre los comités de resistencia para aumentar la escalada contra el golpe", dijo un miembro de alto rango de los comités, hablando bajo condición de anonimato.
(Reporte de Khalid Abdelaziz, Nafisa Eltahir, Aidan Lewis y Sabine Siebold; escrito por Aidan Lewis y Tom Perry; editado en español por Carlos Serrano)