Por Richard Valdmanis
FERGUSON, EEUU (Reuters) - Un hombre de 20 años fue acusado el domingo de agresión en primer grado por disparar la semana pasada a dos oficiales de policía durante una protesta en la ciudad de Ferguson, Misuri, un delito que alentó un debate nacional sobre los problemas raciales y la vigilancia policial.
El sospechoso, Jeffrey Williams admitió haber realizado los disparos, dijo el fiscal del condado, Robert McCulloch, en una conferencia de prensa.
"No está claro si tenía como objetivo a la policía", agregó.
El suburbio de St. Louis ha sido el centro de protestas desde que un oficial de policía blanco mató a tiros en agosto a Michael Brown, un joven negro de 18 años.
El asesinato provocó manifestaciones en todo el país y alentó una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Williams, un afroamericano que había estado en libertad condicional por posesión de artículos robados, fue arrestado tras una intensa búsqueda. Datos de testigos y pruebas en vídeos ayudaron en la investigación, dijo McCulloch.
"Ha reconocido su participación en el tiroteo", dijo McCulloch, al agregar que Williams también fue acusado de disparar un arma de fuego desde un vehículo.
El sospechoso, cuya fianza fue fijada en 300.000 dólares, al parecer habría disparado un arma de calibre 40 desde un automóvil y es posible que estuviera disparándole a alguien más, dijo McCulloch.
Se recuperó un arma corta en su residencia que coincide con cartuchos de proyectiles encontrados en la escena, según McCulloch, que dijo que aunque Williams parece ser el único atacante, otras personas podrían ser detenidas a medida que avanza la investigación.
En el tiroteo del jueves, un oficial de policía de 41 años sufrió una herida de bala en el hombro y otro colega, de 32 años, resultó con una herida en el rostro y una bala alojada cerca de su oído. Ambos recibieron tratamiento y fueron dados de alta en un hospital local.
"Este arresto envía el claro mensaje de que los actos de violencia contra nuestro personal de cumplimiento de la ley nunca serán tolerados", dijo el Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder, en un comunicado.
El tiroteo ocurrió horas después de que el jefe de policía de Ferguson renunció tras un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos que dijo que había un sesgo racial enraizado en la policía local.