Por Tim Cocks
ABUYA (Reuters) - Hombres armados mataron el sábado al menos a 15 personas, incluyendo a un político de la oposición, cerca de estaciones de votación en el noreste de Nigeria, socavando el proceso electoral más importante celebrado en el país africano desde el fin de la dictadura en 1999.
La Comisión Electoral de Nigeria anunció por la tarde que extendería la votación un día más, después de que los centros electorales presentaran problemas técnicos con los lectores de tarjetas biométricas.
Estos comicios se consideran como la primera votación en la que un candidato de la oposición tiene una posibilidad real de convertirse en nuevo presidente sustituyendo a Goodluck Jonathan, aunque los extendidos temores de que estalle la violencia si esto ocurre ya se están convirtiendo en realidad.
La contienda enfrenta a Jonathan con el exgobernante militar Muhammadu Buhari, y el electorado se muestra dividido en medio de una compleja combinación de etnias y grupos religiosos.
Otros 12 candidatos menores también compiten en las elecciones.
Estaba previsto que los comicios comenzaran la acreditación de los 120.000 centros de votación a las 08.00 hora local (0700 GMT), con la apertura real de las mesas a las 13.30 hora local, en una elección que se extenderá hasta que la última persona haya emitido su voto.
Existen 56,7 millones de votantes habilitados en Nigeria.
Los insurgentes del grupo islamista Boko Haram lanzaron varios ataques contra los votantes en el noreste y mataron a tres personas en el estado de Yobe y a otras tres en el estado de Gombe, dijo la Policía.
Al menos ocho personas, incluyendo a un candidato opositor al Congreso por Dukku, en Gombe, perdieron la vida a manos de hombres armados que no fueron identificados, dijo un portavoz del partido APC.
Boko Haram, que intenta instalar un califato en Nigeria, rechazan la democracia y su líder Abubakar Shekau ha amenazado con asesinar a todo aquel que vaya a las urnas.
COMICIOS AVANZAN LENTAMENTE
Las dificultades durante los comicios comenzaron a aparecer enseguida cuando los escáneres electrónicos no reconocieron algunos documentos y huellas digitales, incluyendo los de Jonathan, quien tuvo que esperar 40 minutos mientras los funcionarios intentaban hacer funcionar cuatro máquinas.
"(Con) mi propio (documento) y el de mi mujer tuvimos algunos problemas, pero los están solucionando", dijo a periodistas Jonathan.
Los lectores de tarjetas biométricas se introdujeron para evitar un descontrol en el llenado de papeletas y hechos fraudulentos que caracterizaron otras elecciones anteriores.
Los registros comenzaron en horario en la norteña ciudad de Kaduna, que tuvo estallidos de violencia después de la última elección en el 2011, pero en otros lugares los votantes tuvieron que esperar en el sofocante calor tropical mientras los funcionarios llegaban.
"Son las 9 de la mañana y no hemos visto a nadie. Se supone que debían estar aquí antes de que llegáramos pero no están", dijo Linus Okorie, uno de los 60 votantes que se impacientaban en el centro de votación de Life Camp, en Abuya.
La votación es vista como una prueba sobre la gestión de Jonathan, un exprofesor de zoología cuyo período en el Gobierno ha sido impactado por escándalos de corrupción y por la campaña insurgente de Boko Haram que ha dejado miles de muertos.