Por Madeline Chambers
BERLÍN (Reuters) - Setenta años después del final de la Segunda Guerra Mundial, un 42 por ciento de los alemanes quiere trazar una línea divisoria con el pasado nazi, un complejo legado para el país que sigue influyendo en su rol internacional y en la política interior, mostró el miércoles un sondeo.
En el día en que los supervivientes del campo de concentración de Bergen-Belsen se reúnen para conmemorar el aniversario de su liberación, la encuesta de Forsa mostró que el 58 por ciento de los alemanes son reticentes a limitar o poner fin a su exposición a la historia de la guerra.
Con el 70 aniversario del fin de la guerra en mayo, los canales de televisión alemanes están emitiendo dramas relacionados con el tema y documentales y los diarios están destinando páginas a revisar las últimas semanas de los combates.
"Hay una cierta sensación de que se está mostrando mucho sobre el pasado, sobre sus horrores, la liberación de Auschwitz y demás. Va en la dirección de que la gente está saturada", dijo a Reuters el director de Forsa Manfred Guellner.
En los últimos años los alemanes se han inclinado más a verse a sí mismos como víctimas de la guerra que comenzaron. Esto ha coincidido con un deseo de algunos legisladores de jugar un rol más activo globalmente que se corresponda más con el poderío económico de Alemania.
Sin embargo, el sondeo de Forsa mostró que sólo el 16 por ciento de los consultados quieren que Alemania asuma un rol de liderazgo internacional.
El miércoles, el diario de mayor tirada Bild publicó un artículo de dos páginas sobre el bombardeo aliado de ciudades alemanas, con fotos de Múnich en llamas, una Colonia arrasada y cuerpos carbonizados en Dresde.
Las conmemoraciones sobre la liberación de campos de concentración en Alemania y el este de Europa también han tenido una amplia cobertura en los últimos meses.
La presencia de unos 100 sobrevivientes de Bergen-Belsen, un campo en el estado norteño de Baja Sajonia, se une a una serie de eventos para recordar a las más de 70.000 personas que murieron allí entre 1941 y 1945.
Una de las víctimas fue la adolescente holandesa judía Ana Frank. Los diarios de Ana Frank, que escribió mientras se escondía en Ámsterdam, fueron hallados después de la guerra y publicados, convirtiéndose en un éxito literario internacional.