Nuria Cano
Venecia, 20 jun (EFE).- Las obras del proyecto "Moisés", un
gigantesco sistema de diques móviles bajo el mar para frenar las
inundaciones que causa el "agua alta" en Venecia, avanzan a pocos
kilómetros de la ciudad de los canales con una nueva fecha de fin,
2014.
Siete años después del arranque de la construcción, ese el último
calendario que maneja el Consorcio Venezia Nouva, formado por
empresas italianas y encargado de coordinar este proyecto del
Gobierno italiano que ha ido viendo retrasada su fecha de puesta
funcionamiento.
"La construcción está al 65% y en un punto clave", señaló ante un
grupo de periodistas internacionales Elena Zambardi, del Consorcio
Nuova Venezia, quién se mostró segura de que las obras estarán
terminadas en 2014.
Por el momento, ya está lista la primera de las 35 estructuras de
hormigón donde irán, bajo el mar, 78 barreras flotantes, de hasta 30
metros de longitud, que servirán para frenar las inundaciones que
cada año amenazan el patrimonio, la vida y el turismo de la ciudad.
Una vez terminadas todas las piezas, las barreras se situarán
bajo los tres brazos que abren la laguna que acoge Venecia al
Adriático -Lido, Malamocco y Chioggia-, dentro grandes armazones de
hormigón sustentados por unas piezas especiales de la siderúrgica
Arcelor Mittal.
Un sistema accionará las barreras cuando se prevea que el nivel
del mar va a superar los 110 centímetros en Venecia y las elevará,
sustituyendo en su interior el agua por aire comprimido, hasta 3
metros por encima del nivel mar para frenar el impacto de estas
crecidas conocidas como "agua alta" en la ciudad.
Estas puertas supondrán el colofón de un proyecto que requiere
una inversión pública de 4.700 millones de euros y que no ha estado
exento de polémica por su impacto en la naturaleza de la zona y por
su eficacia.
Desde 1900, la ciudad se ha hundido 23 centímetros y en 2008 el
"agua alta" sumergió Venecia al alcanzar los 156 centímetros, una de
sus mayores cotas de las últimas décadas. Unas crecidas en las que
también influye el calentamiento global.
"Cada año las inundaciones se han vuelto más frecuentes y
agresivas. El sistema está preparado para hacer frente a una subida
del nivel medio del mar en la ciudad de hasta 60 centímetros durante
los próximos 100 años", detalló Zambardi.
Las previsiones es que se usen unas cinco veces de media al año
durante cinco o seis horas, explicó Zambardi, quien subrayó además
que las obras de Moisés o Mose (Modulo Sperimentale
Elettromeccanico, en italiano), han ido acompañadas de otras medidas
de protección de la naturaleza y de reconversión de espacios
industriales, como el arsenal o Porto Marghera.
En total, el proyecto requerirá una inversión cercana a los
10.000 millones de euros, que han movido sobre todo constructoras
italianas pero en el que también participa la siderúrgica
ArcelorMittal, que ha suministrado piezas por unos 135 millones de
euros y que se posiciona para ofrecer también el acero de las
barreras.
"Es un proyecto clave para la compañía y las piezas lo son para
esta pionera obra", destacó Dan Kohnen, ejecutivo de ArcelorMittal
en un encuentro con periodistas en la fábrica de Belval (Luxemburgo)
donde se fabrican estos elementos de acero, denominados
"tablestacas", que permiten sustentar la estructura de la obra y que
cuentan con un sistema de enganche único en el mercado.
"Son piezas muy innovadoras, ideales para proyectos como estos en
ciudades con problemas con el agua", añadió Kohnen.
Unas zonas en el que la compañía busca ampliar mercado con estas
piezas, instaladas ya en otros proyectos similares, y que ayudarán a
mantener Venecia a salvo del "acqua alta", que tanto puede dañar el
patrimonio de la romántica ciudad italiana. EFE
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