Por Tom Miles
GINEBRA (Reuters) - La ONU retiró casi 17.000 bombas, cinturones con explosivos y otros elementos peligrosos el año pasado en Irak, pero la búsqueda entre los escombros de la guerra -7,6 millones de toneladas solo en Mosul- llevará muchos años, dijeron el jueves expertos de la entidad.
Hay 100.000 edificios afectados en el país que podrían albergar dispositivos explosivos improvisados que fueron dejados por los combatientes del Estado Islámico durante su huida, sostuvo Pehr Lodhammar, jefe del Servicio de Acción contra las Minas de la ONU (UNMAS) en Irak.
El Estado Islámico controló Mosul durante tres años, y el UNMAS llegó cuando terminaron los combates en 2017. Sus expertos están encontrando explosivos en cualquier parte, sostuvo Lodhammar, quien destacó que la agencia también trabaja en Faluya, Tikrit y Kirkuk.
Trabajar entre los restos a temperaturas cercanas a los 40 grados centígrados es una tarea exigente física y psicológicamente, dijo la directora de UNMAS, Agnès Marcaillou.
"Tienes partes de cuerpos en descomposición que todavía están adheridas a los cinturones suicidas. Caminas en medio del hedor y nubes de moscas, y en un momento dado puedes hacer que una rata o un gato o un perro detonen algo que está enterrado debajo", explicó.
(Información de Tom Miles. Editado en español por Javier Leira)