Madrid, 29 abr (.).- La expectativa de gasto en tecnología de información (TI) en España ha disminuido de un crecimiento esperado en enero del 1,9 % respecto al año anterior al 0,9 % en abril, debido al impacto económico del coronavirus, según la consultora IDC.
Ese descenso va "en línea con los escenarios macroeconómicos que se están considerando ahora", ha indicado el director de análisis y consultoría de IDC Research España, José Antonio Cano, este miércoles en una conferencia de prensa telemática.
El impacto de la desaceleración es desigual por categorías de gasto y afecta principalmente a hardware (desaceleración del 27 % frente a la situación previa al coronavirus), servicios comerciales (disminución del 16 %) y servicios de TI (retroceso del 6 %).
Según el informe de IDC, los mayores riesgos que destacan las empresas debido a la pandemia son el impacto en costes y beneficios (31 %), el descenso en ventas (16 %) y la disrupción en la cadena de suministro que afecta a la producción (12 %).
Además, casi 3 de cada 4 empresas reconocen una "muy importante" afectación a las ventas, con pérdidas de facturación por la congelación o reducción de pedidos, así como a la paralización de inversiones.
El 46 % de las empresas consultadas esperan que el gasto en tecnología se reduzca entre el 5 % y el 20 %, mientras el 24 % considera que no tendrán cambios.
Asimismo, los servicios comerciales externos (52 % de impacto negativo), los servicios externos de TI (48 % de impacto negativo) y las tecnologías emergentes (37 % de impacto negativo) han sido las áreas de gasto con mayor repercusión por la covid.
Por su parte, las herramientas de colaboración (69 % de impacto positivo), dispositivos como ordenadores, móviles o tabletas (46 % de impacto positivo) y la seguridad (45 % de impacto positivo) han experimentado un incremento de expectativa.
El 52 % de las empresas encuestadas han implantado el teletrabajo para toda la plantilla (salvo trabajadores de fábrica), mientras el 43,1 % ya tenía política de teletrabajo y la ha ampliado; el 3,9 % promovió pero no hizo obligatorio el trabajo desde casa, y el 1 % no planeó ningún cambio.
La ciberseguridad (22 %) es el mayor riesgo del teletrabajo, seguido por la desigualdad entre los equipos que poseen los empleados (16,9 %) y la ausencia de una cultura de trabajo colaborativo remoto (13,4 %).
Las empresas sitúan como principal beneficio del teletrabajo la mayor conciliación de vida laboral y personal (28,7 %), la reducción de desplazamientos y contaminación en ciudades (19,4 %) y la mayor flexibilidad de horarios (17,6 %).
Cano ha explicado que el mayor impacto positivo ha sido el aumento en la percepción de la transformación digital y la TI entre los empleados (22,9 %), seguido de la rápida reacción ante crisis futuras (18,9 %) y el refuerzo del trabajo en remoto (17,5 %).
IDC señala que la mayoría de empresas creen que deberían invertir en tecnologías de colaboración para trabajo en remoto (25 %), aumentar las capacidades de mercadotecnia digital para interactuar de forma remota con clientes (16,7 %) y mejorar la conexión de recursos para minimizar la ausencia de empleados (13,3 %).
Son mayoría las empresas consultadas que pronostican que las nuevas formas de trabajo implantadas durante la pandemia "han venido para quedarse".
Así, el 47,1 % avanza que incorporará alguna de esas medidas de forma definitiva, aunque la implementación dependerá del "grado de madurez" de cada medida; del sector empresarial de esa compañía, y de los diferentes roles y posiciones de cada empleado.