Por Michael Georgy
DUBÁI (Reuters) - El jefe militar iraní dijo el jueves que las fuerzas policiales ya habían sofocado las protestas contra el gobierno en las que han muerto 21 personas, pero añadió que sus tropas estaban listas para intervenir en caso necesario, dijeron medios estatales, mientras se celebran manifestaciones a favor del Ejecutivo.
Las manifestaciones contra el gobierno, que parecían espontáneas y sin un líder claro, surgieron hace una semana en la segunda ciudad del país, Mashhad, por las dificultades económicas - principalmente el paro juvenil y la supuesta corrupción.
"Aunque esta ciega sedición fue tan pequeña que una fracción de la fuerza policial pudo cortarla de raíz... podéis estar seguros de que vuestros camaradas del ejército de la República Islámica estarán listos para enfrentarse a los ingenuos del Gran Satán (Estados Unidos)", dijo el general mayor Abdolrahim Mousavi.
En las protestas se extendieron por el país, los manifestantes dijeron que estaban cansados de los eslóganes contra Occidente y que era hora que dimitieran tanto los clérigos que lideran la nación como su presidente del Gobierno, Hasan Rohani.
Entre los manifestantes había personas de clase trabajadora y clase media, que formaron la base de las protestas de 2009 que pedían reformas en el país.
Después de seis días de protestas, la Guardia Revolucionaria, un cuerpo de élite, dijo el miércoles que enviaron fuerzas para sofocar las protestas en tres provincias donde tuvieron lugar la mayor parte los problemas.
Esa ha sido hasta la fecha la señal más clara de que las autoridades se tomaban las protestas en serio.
La Guardia Revolucionaria, que vela por la teocracia chií de Irán, fue decisiva en la sofocación de las protestas por el supuesto fraude electoral en 2009 en las que murieron decenas de personas.
Pocos ven las protestas como una amenaza a la elite de clérigos que manda en Irán desde la revolución islámica de 1979.
Pero los manifestantes han pedido la caída del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, quien ha culpado a agentes extranjeros por el mayor desafío a su poder en casi una década.
Las autoridades iraníes han respondido a las protestas con otras a favor del gobierno en varias ciudades.