LONDRES (Reuters) - La policía británica rechazó las acusaciones de que no había facilitado información crucial que podría haber permitido que las familias de tres niñas adolescentes impidieran que viajaran a Siria para unirse a los insurgentes del Estado Islámico.
Shamima Begum y Amira Abase, de 15 años ambas, y Kadiza Sultana, de 16, que iban al mismo colegio en Londres, fueron declaradas desaparecidas el 17 de febrero.
Ese día viajaron en avión a Turquía, desde donde la policía cree que pasaron a Siria.
Decenas de británicos, en su mayoría hombres jóvenes, pero también algunas mujeres, se han unido al Estado Islámico, generando una gran angustia en su país por cómo se han radicalizado y abriendo un debate sobre qué puede hacerse para detenerlos.
Altos cargos policiales habían hablado con las chicas semanas antes de su viaje, como parte de una investigación por la desaparición de una de sus compañeras, una joven de 15 años cuyo nombre no fue facilitado y que partió rumbo a Siria el 6 de diciembre.
"Las muchachas cooperaron mucho, todas fueron tratadas como testigos potenciales y no había nada que indicara que ellas mismas estaban planeando viajar a Siria", afirmó la policía en un comunicado.
Algunos familiares de las niñas se quejaron en los medios británicos en los últimos días por no haber sido informados sobre la primera chica que se fue a Siria.
"La policía y el colegio fueron negligentes. Claro que me habría alarmado (...), estoy seguro al 100 por cien de que la habría detenido. No nos advirtieron, no nos contactaron", dijo Hussen Abase, padre de Amira, al diario The Guardian.
Los familiares se quejaron en especial de que la policía había entregado a las jóvenes unas cartas dirigidas a sus padres, en las que les pedían que siguieran cooperando con la investigación por la huida de su amiga a Siria.
En lugar de entregarlas, las tres chicas escondieron las cartas en sus libros de texto, y las hallaron tras su fuga.
"A posteriori, reconocemos que las cartas podrían haber sido entregadas directamente a los padres. No obstante, los padres ya estaban al tanto (...) de que la primera chica ya había viajado a Siria", indicó la policía.
Agregó que después de que un oficial hablara con las jóvenes en su colegio el 9 de diciembre, el subdirector del centro educativo contactó a sus familias por consejo de las autoridades para que supieran qué estaba sucediendo.