Por Kieran Guilbert
LONDRES (Fundación Thomson Reuters) - Los gobiernos están fallando a la hora de proteger a millones de civiles de la violencia de estados y grupos armados, dijo el miércoles Amnistía Internacional, describiendo la respuesta global como "vergonzosa e ineficaz".
La violencia por guerras o catástrofes ha llevado a una de las mayores crisis de refugiados de la historia, en un momento en que el número de personas desplazadas en todo el mundo superó los 50 millones por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, dijo el grupo de derechos humanos en su informe anual.
Casi 4 millones de refugiados han huido de una guerra civil que ya dura cuatro años en Siria y casi el 95 por ciento están en Líbano, Turquía, Jordania, Irak y Egipto, según la agencia de refugiados de la ONU, que ha instado repetidamente a las naciones ricas a aceptar a más refugiados.
"En momentos en que las personas sufren una escalada de bárbaros ataques y represión, la comunidad internacional ha sido ineficiente", dijo el secretario general de Amnistía, Salil Shetty, en un comunicado.
"Es aberrante ver cómo los esfuerzos de los países ricos para prohibir la entrada de personas son prioritarios a los de mantener a las personas con vida", agregó.
La creciente influencia de grupos armados no estatales como Boko Haram y el Estado Islámico es una gran preocupación, dijo Amnistía.
Los milicianos islamistas de Boko Haram han matado a miles de personas en el noreste de Nigeria en una insurgencia de cinco años, mientras que el Estado Islámico ha tomado por las armas grandes partes de Irak y Siria y ha declarado un califato en el territorio bajo su control.
Grupos armados cometieron abusos en más de 35 países en 2014, incluyendo a la República Centroafricana y la India, agregó la organización.
Amnistía dijo que habrá más víctimas de abuso y persecución a medida que se expande la influencia de ese tipo de grupos más allá de sus fronteras.
El grupo de derechos humanos instó a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos- a renunciar a sus derechos de veto en situaciones de genocidio y atrocidades masivas.
Desde 2011, Rusia y China han ejercido cuatro veces su poder de veto para bloquear acciones internacionales en Siria, donde más de 210.000 personas han muerto desde que el conflicto comenzó, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El Consejo de Seguridad no ha podido lidiar con conflictos en Siria, Irak, Gaza, Israel y Ucrania, incluso cuando los civiles habían sido objeto de "crímenes horribles", dijo Amnistía. 2015-02-25T165050Z_1007080001_LYNXMPEB1O0PT_RTROPTP_1_OESEN-DELITO-VIOLENCIA-AMNISTIA.JPG