Por Karolos Grohmann
(Reuters) - El Bayer Leverkusen no fue capaz de sobreponerse a los nervios una vez más en un partido crucial y fue eliminado en los penaltis por el Atlético de Madrid en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputada el martes en el Vicente Calderón.
El Leverkusen, apodado en su país 'Vizekusen' (segundo-kusen) o 'Neverkusen' (nunca-kusen) a nivel europeo por perder en el último momento varios títulos a lo largo de los años, no se clasifica para los cuartos de final desde 2002, cuando consiguió llegar a la final en la que fue derrotado por el Real Madrid.
Pocos señalaban como favorito al equipo alemán en su cruce ante el Atlético, pero una victoria por 1-0 como local gracias al gol de Hakan Çalhanoglu en la ida alimentó las esperanzas de terminar con su mala racha en los octavos de final.
El equipo de Roger Schmidt ha realizado una buena temporada en la Bundesliga, situándose en cuarta posición con un estilo de juego de transiciones rápidas y contraataque en el que este año han destacado particularmente Karim Bellarabi y el propio Çalhanoglu.
El Atlético, que llegó a la final el año pasado, no estuvo ni mucho menos a su mejor nivel en el partido de ida y tampoco mostró su mejor versión el martes hasta que consiguió anotar un gol afortunado por medio de Mario Suárez mediada la primera parte.
El Leverkusen no fue capaz de aprovechar la posesión del balón y falló tres penaltis en la tanda que siguió al choque, que terminó 1-0 para los locales.
Sus oponentes tampoco estuvieron acertados desde los 11 metros, fallando dos penas máximas antes de que el delantero Stefan Kiessling enviase el quinto intento de los suyos por encima del larguero y clasificase a los colchoneros para la siguiente ronda.
"No fuimos suficientemente valientes", dijo el defensa del Leverkusen Gonzalo Castro. "Podías ver a algunos de nosotros muy tristes y ensimismados. Pero trabajamos duro antes de conceder un gol estúpido que normalmente no entra".
El penalti lanzado por Çalhanoglu, un talentoso centrocampista que ha sido de largo el mejor jugador de los alemanes esta temporada, reflejó muy bien la falta de fortaleza mental del equipo.
El internacional turco de 21 años envió el balón rodando lentamente a las manos del portero Jan Oblak, fallando en el momento más importante de la temporada y acabando con las esperanzas del Leverkusen de superar la primera ronda de eliminación por primera vez en más de una década.
"Obviamente, ser eliminados en los penaltis tiene algo que ver con los nervios", dijo el entrenador Schmidt, "habría sido más fácil tirar los penaltis en nuestro estadio".
"El ruido de los aficionados puso a mis jugadores un poco más nerviosos. Hakan debería olvidarse de su penalti, porque el equipo luchó mucho".
Con el Bayern de Múnich esperando en los cuartos de final de la Copa de Alemania y el Schalke 04 en la Bundesliga el sábado, el Leverkusen tiene suficientes partidos grandes para redimirse de su eliminación europea.