Por Maria Kiselyova y Andrew Osborn
MOSCÚ (Reuters) - La lucha por el control de Venezuela subió de temperatura el miércoles con una investigación que podría llevar a la captura del autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, quien instó a convocar nuevas manifestaciones, mientras el mandatario Nicolás Maduro pidió apoyo militar y denunció la existencia de planes para asesinarlo.
El pulso entre Maduro y el líder opositor mantiene en vilo a la nación que ahora afronta nuevas y duras sanciones de Estados Unidos a su sector petrolero, origen de más del 90 por ciento de sus ingresos en divisas.
El Tribunal Supremo de Justicia, la máxima corte venezolana, impuso el martes por la noche una prohibición de viajar a Guaidó y congeló sus cuentas bancarias, en una aparente represalia por las sanciones petroleras de Estados Unidos, que dañarían aún más la ya afectada economía de la nación miembro de la OPEP.
Guaidó, un ingeniero de 35 años, es reconocido como el líder legítimo de Venezuela por Estados Unidos y la mayoría de los países occidentales, el mayor desafío para Maduro desde que asumió el cargo hace nueve años.
El diputado, que preside la Asamblea Nacional controlada por la oposición, busca nuevas elecciones con el argumento de que Maduro ganó un segundo mandato de manera fraudulenta el año pasado. Guaidó además ofrece una amnistía para tentar a los militares a abandonar el apoyo al jefe de Estado.
Hasta el momento, Maduro cuenta con la lealtad de los militares y es poco probable que retroceda. Rusia y China también son apoyos estratégicos, lo que le da respaldo diplomático frente a Washington en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Rusia pidió el miércoles a la oposición venezolana que abandone cualquier condición previa que pueda tener y comience a dialogar con Maduro.
"TRUMP ORDENA MATARME": MADURO
En una entrevista con la agencia rusa RIA, Maduro rechazó los llamados a celebrar elecciones anticipadas, afirmó que aún no se ha entregado una orden para arrestar al líder opositor Juan Guaidó y prometió que Caracas pagará sus deudas con Rusia y China.
El mandatario, que ha denunciado que Washington planea un golpe de Estado en su contra para apoderarse de las riquezas de Venezuela, denunció además que el presidente estadounidense, Donald Trump, quiere eliminarlo.
"Sin duda, Donald Trump ha dado la orden de matarme y le ha dicho al gobierno de Colombia y a la mafia colombiana que me maten", dijo Maduro a RIA.
Mientras, prosiguió el miércoles temprano recorridos por puestos militares del país y visitó una de las unidades acantonadas en la sede del vasto complejo del Ministerio de Defensa, en el oeste de Caracas.
"Todos articulados en un liderazgo que mueva la Fuerza Armada en una sola dirección: La defensa de la patria (...), de la Constitución, la defensa de su comandante en jefe constitucional", dijo Maduro frente a decenas de soldados en el acto transmitido por la televisión estatal.
"¡Unidad monolítica! (...) Por donde aparezca un traidor mercenario, justicia inmediata, justicia justa. ¿Entendido?" gritó el presidente obteniendo de respuesta un sonoro "entendido" de los uniformados.
Además, el martes por la noche envió un mensaje a la población estadounidense pidiéndoles que no creyeran las versiones de los "grupos de extremistas" que rodean a Trump.
"Pido el apoyo del pueblo de los Estados Unidos para que no haya un nuevo Vietnam y menos aquí en nuestra América", dijo Maduro en un mensaje difundido en las redes sociales.
SIGUE LA PRESIÓN
Maduro, un exdirigente sindical de 56 años que sucedió a su carismático mentor, el fallecido presidente Hugo Chávez, ha visto desplomarse la economía y la salida de más de 3 millones de venezolanos huyendo de la escasez de alimentos, la violencia y la hiperinflación.
Guaidó convocó nuevas manifestaciones y una marcha masiva para este fin de semana en un intento de mantener la presión sobre Maduro en las calles. La acción del miércoles no se limitaría a una serie de pequeñas concentraciones.
"Los venezolanos nos reencontraremos en las calles de manera pacífica para respaldar a nuestra Asamblea", dijo el dirigente en un mensaje en Twitter.
Guaidó también saludó a gobiernos de la región y a Washington por reconocer a sus "embajadores" o dirigentes de la oposición a los que nombró como sus representantes diplomáticos en países como la vecina Colombia, Argentina y Estados Unidos.
Para el gobierno de Maduro tales acciones son ilegítimas.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, insistió en que la solución a la crisis que atraviesa Venezuela es la celebración de elecciones libres y exigió la liberación de dos periodistas del canal estatal de televisión chileno TVN que fueron detenidos el martes, sin explicación, mientras realizaban la cobertura de los acontecimientos cerca del palacio de gobierno.
Maduro ordenó el martes la creación de 50.000 "unidades populares de defensa" que, según él, se encargarían de la "defensa integral de la patria". Si bien no estaba claro si estarían armados, la estrategia reflejaría la preocupación del gobierno de que Estados Unidos pueda intentar derrotar militarmente al presidente.
El Pentágono no ha querido descartar acciones militares, pero la mayoría de los expertos no las ve probables. Entre los principales asesores del presidente Trump hay veteranos de la Guerra Fría relacionados con intervenciones militares.
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, alimentó especulaciones esta semana cuando los periodistas vieron que llevaba escrito en una libreta "5.000 soldados a Colombia".
(Redacción de Caracas, editado por Ana Isabel Martínez)