Por Catarina Demony y Miguel Pereira
LISBOA, 26 jun (Reuters) - La policía portuguesa quemó seis toneladas de cocaína, hachís y otras sustancias el lunes, coincidiendo con el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas de las Naciones Unidas, en un momento en que el tráfico ilegal de sustancias estupefacientes está en auge en todo el mundo.
"Hay más droga circulando, hay más oferta de los países productores y también más droga incautada", declaró en Lisboa a la prensa Rui Sousa, jefe de la unidad de lucha contra el narcotráfico de la Policía Judicial portuguesa (PJ).
Sousa dijo que en lo que va de 2023 se han incautado en Portugal 11 toneladas de cocaína, 30 toneladas de hachís y cantidades menores de otros tipos de drogas, unas cifras superiores a las incautadas en el conjunto del año pasado.
Sousa dijo que la mayor parte de la cocaína procede de América Latina y el Caribe, mientras que el hachís procede de Marruecos.
El lunes, agentes de la policía portuguesa cargaron un gran número de sacos de tela blanca llenos de droga en varias furgonetas y los llevaron a unas instalaciones de incineración cercanas en Lisboa, donde se quemaron y destruyeron las seis toneladas de sustancias incautadas.
Sousa no precisó el valor de la droga. El número de narcotraficantes detenidos también ha aumentado, dijo.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito señaló el domingo en su Informe Mundial sobre las Drogas, de carácter anual, que la demanda y la oferta de cocaína están aumentando en todo el mundo y que el tráfico de metanfetamina se está expandiendo más allá de los mercados establecidos.
Otro informe de la Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, con sede en Lisboa, señaló este mes que tanto la escala como la complejidad de la producción de drogas ilegales en Europa están creciendo, mientras que los consumidores están ahora expuestos a una gama más amplia de sustancias psicoactivas.
Sousa afirmó que las autoridades portuguesas necesitan más recursos para hacer frente a este aumento del tráfico de drogas ilegales, ya que el país del sur de Europa, a orillas del océano Atlántico, es un punto clave de entrada en el continente europeo.
(Reporte de Catarina Demony y Miguel Pereira; edición de Angus MacSwan; editado en español por Darío Fernández)