MADRID (Reuters) - Las autoridades sanitarias comenzaron el lunes a dar el alta a la decena de pacientes que seguían ingresados por haber tenido contacto con la primera contagiada de ébola en España, entre ellos su propio marido, después de tres semanas de observación sin haber desarrollado síntomas.
Una fuente hospitalaria dijo a Reuters que por el momento no habían salido del hospital madrileño Carlos III todos los pacientes, pero que previsiblemente lo harían a lo largo de la jornada.
Entre los dados de alta había médicos que atendieron a la auxiliar de enfermería Teresa Romero antes de que fuera ingresada en el hospital de la capital el 6 de octubre, cuando se confirmó su positivo por ébola.
Las autoridades sanitarias dijeron que daban por curada a Romero del virus infeccioso la semana pasada.
Otros cinco de los contactos considerados de alto riesgo ya recibieron el alta la semana pasada.
El ébola, una enfermedad que ha provocado la muerte de casi 5.000 personas en África Occidental, tiene un periodo de incubación de 21 días y sólo se contagia mediante el contacto directo con fluidos corporales de un enfermo que haya manifestado síntomas como hemorragias, diarrea y vómitos.
El virus llegó a España cuando el Gobierno decidió repatriar en verano a dos misioneros que contrajeron la enfermedad en Liberia y Sierra Leona y que murieron posteriormente.
Teresa Romero, una auxiliar de enfermería que atendió a los dos misioneros, dio positivo por la enfermedad y fue ingresada el 6 de octubre en el Carlos III pese a haber tenido síntomas como fiebre y astenia desde el 30 de septiembre.
En ese periodo de tiempo en el que no estuvo aislada tuvo contacto con su marido, varios sanitarios de la localidad madrileña de Alcorcón que la atendieron en primera instancia y el personal de una ambulancia que la trasladó al Carlos III.
Con las altas del lunes, Romero será la única paciente que queda ingresada en el hospital, donde pasará algunos días más para recuperarse de las secuelas de la enfermedad.
Existen otras 68 personas consideradas contactos de bajo riesgo, principalmente personal sanitario, que permanecen en sus casas y que deben tomarse frecuentemente la temperatura.
La crisis por el contagio del virus en España, el primero conocido fuera de África, generó una oleada de críticas a las autoridades sanitarias, incluidas peticiones de dimisión de la ministra de Sanidad y del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y quejas por la falta de formación del personal sanitario para tratar a pacientes con ébola.
El marido de Romero ha dicho en varias ocasiones, mientras todavía estaba hospitalizado, que tomaría medidas legales por el trato que recibió su mujer por parte de las autoridades tras ser ingresada.