Por William James
SALFROD, Inglaterra (Reuters) - El principal debate televisivo en la campaña electoral británica no dejó un ganador claro, ya que cuatro encuestas de opinión dieron cuatro vencedores diferentes, pero el intento de David Cameron de mostrarse como el más preparado pareció dar su fruto.
El debate del jueves por la noche se llevó a cabo a menos de seis semanas de una reñida contienda electoral del 7 de mayo, y las encuestas insinuaron que los Conservadores de Cameron y el Partido Laborista, del opositor Ed Miliband, están igualados y ninguno parece encaminarse a la mayoría absoluta.
Los resultados de las cuatro encuestas de opinión pusieron de manifiesto por qué la elección -que decidirá quién gobernará Reino Unido y su economía de 2,8 billones de dólares (2,55 billones de euros- es considerada la más reñida e impredecible desde la década de 1970.
Una encuesta dijo que la líder nacionalista escocesa Nicola Sturgeon había ganado, otra que triunfó con poco margen el laborista Miliband, una tercera dijo que Cameron, Miliband y el líder del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP, por su sigla en inglés), Nigel Farage, empataron en el primer lugar. Un cuarto sondeo afirmó que Cameron y Miliband habían ganado.
Ninguno expresó un afirmación "ganadora" que haya resaltado del conjunto.
"Claramente no hubo un impacto demoledor", dijo Peter Kellner, de la encuestadora YouGov.
En un resultado que calmará los nervios de los Conservadores, una encuesta de Comres/ITV mostró que el 40 por ciento de los votantes consideraron a Cameron como el más capaz para liderar el país, comparado con un 28 por ciento para Miliband.
Sin embargo, el debate tuvo poco efecto en la intención de voto, según la primera encuesta nacional desde el programa.
Una encuesta de Survation para el diario Daily Mirror mostró a los Laboristas con un 33 por ciento y a los Conservadores con un 31 por ciento de la intención de voto, sin cambios desde el último sondeo una semana atrás, aunque el nivel de aprobación personal de Miliband recibió un impulso.
En un inusual formato para Reino Unido, Cameron se enfrentó a seis rivales políticos en el primer y único debate televisivo de una campaña que aún debe agitar a los votantes, que dicen sentirse hastiados pese a la mejora en la economía.
En uno de los momentos más animados, el primer ministro señaló a sus rivales uno por uno y dijo: "Lo que escucho es más deuda y más impuestos, más deuda y más impuestos, mucha más deuda y más impuestos, algo de deuda y más impuestos y definitivamente más deuda y más impuestos".
En el debate del canal ITV, realizado en una antigua fábrica de pasteles ubicada cerca de la ciudad de Manchester, los candidatos se refirieron a la economía, los servicios de salud y la inmigración frente a un público que escuchó en silencio.
El debate colocó a líderes de ideas no tradicionales como Farage del UKIP y Natalie Bennett del izquierdista Partido Verde, en el mismo escenario que los conservadores y laboristas, que han dominado la política británica durante décadas.
Los otros dos candidatos que completaron el debate fueron la líder nacionalista galesa Leanne Wood y Nick Clegg, líder de los Demócratas Liberales, el partido minoritario de la coalición saliente.