Por Siva Govindasamy
KUALA LUMPUR (Reuters) - Todo comenzó con otra llamada telefónica tarde en mitad de la noche, otra carrera al aeropuerto, donde caras familiares en un entorno ya conocido trataban de comprender, de alguna manera, la pérdida de casi 300 vidas en el segundo desastre que afecta a Malaysia Airlines en apenas unos meses.
Para una compañía y para un país que aún intenta superar la desaparición no resuelta del vuelo MH370 del 8 de marzo, el aparente derribo el jueves de otro Boeing 777 en el este de Ucrania fue un golpe devastador.
"Para que algo como esto ocurra, sólo cuatro meses después del MH370, justo cuando estamos empezando a seguir adelante con la vida, esto es simplemente muy difícil de aceptar", dijo a Reuters un ejecutivo de la aerolínea en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur, sollozando mientras hablaba.
"No puedes imaginarte lo devastador que es esto, lo conmovedor que es. Nadie puede creer que esto esté pasando de nuevo, estamos atravesando nuevamente todas esas emociones", agregó.
Después de la tragedia anterior, políticos y responsables de la aerolínea tardaron en reconocer que el avión había desaparecido de su ruta entre Kuala Lumpur y Pekín e hicieron declaraciones confusas y a veces contradictorias.
El jueves, las noticias de que algo andaba mal con el vuelo MH17 que viajaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur comenzaron a filtrarse poco después de las 23.00 hora local.
Un rato más tarde, ejecutivos del Sistema de Aerolíneas de Malasia se enteraron y corrieron al aeropuerto para ayudar a organizar las operaciones de emergencia, según entrevistas con responsables de la compañía.
"Cuando entramos a la habitación, miramos alrededor y vimos a los mismos colegas, los mismos rostros familiares, que vimos durante el MH370", dijo un funcionario del Gobierno.
"Y casi todos estaban susurrando. Dios, no podíamos creer que algo como esto estuviera pasando de nuevo", agregó.
Para las 23.30 hora local, responsables de Malaysia Airlines (MAS) sabían por imágenes de televisión y luego por la confirmación de las autoridades ucranianas que el avión se había estrellado.
La aerolínea anunció en su cuenta oficial en Twitter que había perdido contacto con el avión, un cambio con respecto al desastre de marzo cuando fue muy criticada por esperar seis horas antes de reconocer que el MH370 había desaparecido.
Antes de la medianoche, los responsables sabían que los 298 pasajeros y la tripulación estaban muertos.
"La gente conocía el operativo esta vez, todos estuvieron concentrados en lo que tenían que hacer", dijo el responsable del Gobierno. "MAS, el Gobierno, las diferentes agencias, los políticos. Todos tenían un papel y sabían cuál era", agregó.