El día de ayer fue brutal respecto a la volatilidad observada en los ADRs argentinos. Va a caer maná del cielo y Argentina va a pagar y mucho, no me caben dudas, pero vuelvo a un viejo proverbio de trading que aplica más que nunca al caso argentino: no pain, no gain, no guts, no glory. Prepárense porque esto se va a mover.
Esta interminable novela parecería acercarse a su fin. Ayer el juez Griesa al no renovar el stay claramente le dijo a Argentina: o llegan a un arreglo antes del 30 o entran en default otra vez más, así de simple.
Ante esta realidad, uno podría haber esperado ayer que después de conocida la no renovación del stay por parte de Griesa los activos argentinos hubiesen colapsado significativamente.
Sin embargo, eso no pasó, todavía y no sé por cuanto más tiempo el mercado sigue sin creer en la posibilidad de un default y toda baja de ADRs terminó siendo oportunidad de compra, ciertamente el mercado está en modo “buy on dips” pero ojo, este mercado está muy largo riesgo argentino y ante la menor confirmación de la duda se puede venir un mega-selloff.
Sin bien todos los ADRs cerraron ayer en terreno negativo, no se vio un selloff agresivo. Lo que si se vio fue una voluptuosa volatilidad. Veamos un ejemplo:
YPF (BA:YPFD) abrió en 37,85, se fue a 36,13 volvió a 37,70 regresó a 36,20 y cerró en 36,91, esto generó una secuencia intradiaria de retornos de: -4.54%, +4.35%, -3.98%, +1.96%.
Con lo cual, en vez de ver negatividad se observó una enorme volatilidad y a esto lo vengo anticipando con lujo de detalles desde la semana pasada: Argentina en el cortísimo plazo se presta más para un agresivo trading intradiario que para defender una posición de largo plazo con una estrategia pasiva.
Si bien lo del párrafo anterior puede cambiar en segundos en los próximos días: ¿cómo es mi lectura de lo acontecido ayer? El mercado no le cree al gobierno en su intención de amenazar con un default porque si le creyese los ADRs ayer hubieran colapsado como lo hicieron el lunes 16 de junio cuando la Corte Suprema rechazó el caso y en ese día los ADRs hicieron un -15% en promedio. Toda baja ha sido por el momento oportunidad de compra aun cuando todo esto pueda cambiar abruptamente en cualquier momento.
Por lo tanto, en lo que le quede a estos 7 días que serán eternos los tres jugadores de este partido: Gobierno, holdouts y mercado quedarán atrapados en un juego de póker en donde nadie le cree a nadie y en medio de este quilombo se vendrá probablemente la especulación intradiaria con idas y vueltas que probablemente den la chance a abrir shorts y longs muy agresivos con ADRs argentinos en el intradiario, juego no recomendado para cardiacos o principiantes.
Una lástima que las opciones argentinas sean tan ilíquidas porque los días que se vienen son más para tradear calls o puts de ADRs que jugar la heroica con subyacente.
Así que aquí estamos hoy: el mercado sigue firme todavía en no creer en la amenaza de un default porque por el momento se descuenta que los costos asociados al mismo serán muy superiores a los beneficios que un cierre de este problema implique.
Mi sensación es que si hay algo que demora la resolución final es el intento de generar certeza respecto a que el acuerdo que se cierre quede blindado contra RUFOs y como he dicho en anteriores ocasiones: el problema son las RUFO y siguen siéndolo.