El anuncio del tapering por parte del Fed ha hecho que el rebote tras las caídas de la semana pasada tenga elementos sensiblemente diferentes.
Desde una perspectiva más macro, la curva de tipos de interés ha experimentado un cambio importante. Mientras que en los últimos meses, en línea con el trade de estanflación, la curva venía aplanándose, la variación experimentada en la última semana ha siso la opuesta. De esta manera, la rentabilidad de la parte corta de la curva ha caído un 14%, mientras que los tramos intermedio y largo han subido un 19% y 7%, respectivamente.
La consecuencia es clara. Mientras que en los rebotes experimentados anteriormente, tecnología y growth eran las más beneficiadas, en esta ocasión, son bancos (+1,8%) y energía (+3,2%) los que lo más han destacado.
Aunque las proyecciones macro actualmente apoyan la tesis de un escenario de estanflación, la descripción anterior es más propio de un trade de reflación, algo que además se ve también refrendado por el buen comportamiento de las materias primas, que suelen ser una buena cobertura natural contra la inflación.
El encarecimiento del coste de financiación derivado de la subida de las rentabilidades de los bonos del Tesoro americano aún es tímido y no se deja notar en el mercado de crédito. Seguimos defendiendo la idea de que, dado el elevado nivel de apalancamiento de las compañías, unido a una potencial subida del coste de financiación puede desencadenar un proceso de progresiva inestabilidad financiera en los mercados de deuda que termine trasladándose a la renta variable en el próximo ejercicio, por lo que recomendamos hacer seguimiento continuo de la evolución de los diferenciales de crédito, en especial de los bonos basura corporativos, los más sensibles a los cambios en las condiciones financieras.
Hacer seguimiento de la evolución del mercado de crédito y del régimen de mercado es útil a la hora de determinar cuándo y cómo asumir riesgo en renta variable. A modo de roadmap, publicamos a continuación la variación media que ha experimentado en los últimos 10 años el S&P 500 a una semana vista para cada uno de los escenarios macroeconómicos y fase del mercado de crédito, ya que, a pesar de que este período ha sido uno de los más alcistas de la historia, no todos son igual de favorables para la renta variable.
Como era de esperar, Goldilocks y Reflation son los dos escenarios macro más favorables, con variaciones medias semanales del 0,6% y 0,3%, respectivamente. Haciendo este mismo ejercicio con el ciclo de mercado de crédito, las fases de Expansion y Recovery son las más rentables para la bolsa, con variaciones a una semana vista del 0,5% y 0,4%.
Combinando ambas dimensiones, obtenemos un grado de granularidad en la información que nos permite discriminar, por ejemplo, dentro de los regímenes de mercado las condiciones del mercado de crédito más favorables, mejorando sensiblemente el performance de la cartera, incrementando la rentabilidad media por unidad de riesgo.
Flujos netos de efectivo
Según datos de FactSet (NYSE:FDS), la semana pasada se produjo una salida neta de efectivo de más de 36.000 millones de dólares en ETFs de renta variable americana, frente a las entradas de 52.000 millones de la semana anterior. Ya dijimos en el artículo anterior que anticipábamos que esto ocurriría, en la medida en que en parte responden al régimen fiscal especial de los ETFs en EE. UU. para los creadores de mercado. Por este motivo, la lectura de estas dos últimas semanas debe hacerse de forma conjunta, lo que arroja un importante saldo positivo. Por otro lado, los datos de Refinitiv Lipper reflejan una salida de 616 millones de dólares de fondos de renta variable americana, frente a la entrada de flujos de efectivo en renta fija por valor de más de 5.800 millones de dólares. De nuevo, parece reflejar nerviosismo entre los inversores. Dado que estas cifras recogen datos hasta el martes 21 de septiembre, será importante analizar la actualización de esta semana para estimar con mayor rigor el seguimiento por parte de los inversores de la recuperación experimentada por la bolsa durante la segunda mitad de la semana.
En el mercado de derivados, el movimiento más relevante ha sido la transición de la exposición de un 1,4% en metales preciosos a renta variable.
Seguimiento de la Fuerza Relativa Tendencial
La semana pasada terminó con una situación sensiblemente diferente a como la comenzábamos. Por un lado, la FRT de la volatilidad ha pasado de ser de positiva a negativa, en línea con la recuperación experimentada por la bolsa. Destaca también la mejora de las materias primas, beneficiadas por esa apuesta de los inversores por el trade de reflación para el cuarto trimestre, frente al desplome del FRT de las cryptos.
En renta variable, el Dow Jones de Industriales terminó la semana con un FRT algo superior, mientras el S&P 500 y el Nasdaq han sufrido más. El índice europeo más destacado, sigue siendo una semana más el MIB italiano, que se mantiene en zona alcista. Su performance ha sido del 1,6%, frente al 0,4% del DAX, el índice con FRT más débil.
Los índices mundiales más débiles siguen siendo el Hangseng y China A50, cuyo performance medio ha sido del -3,3% y -0,5% durante la semana, frente al Nikkei y el MIB, cuya variación ha sido del -0,1% y 1,6%, respectivamente.
Actualización de los niveles críticos
Con los datos actuales, han sido los inversores minoristas los que, una vez más, han comprado las caídas en el S&P500, por lo que los niveles de los inversores institucionales no han sufrido cambios relevantes. Ocurre lo mismo con el Dow Jones.
En el caso del Nasdaq, sí se han producido tímidas compras por parte de los inversores institucionales, y destaca especialmente el cierre de cortos por parte de los hedge funds.
Los niveles clave a vigilar son 4.279 para el S&P 500, y 34.428 para el caso del Dow Jones. En el caso del Nasdaq, los 14.805 son clave ya que, en caso de perforarse y alcanzar el primer nivel de presión bajista en 14.729, el riesgo de profundizarse las caídas aumentaría significativamente.
Los niveles adelantados de alerta los situamos en 4.351 en el S&P 500, 34.566 para el Dow Jones y 15.010 en el caso del Nasdaq. Su pérdida incrementaría significativamente el riesgo de revisitar los niveles institucionales señalados.
¡Buena semana y buenas inversiones!