En un contexto de mayor incertidumbre económica y (ahora) una creciente inestabilidad política, no ha sido ninguna sorpresa que los funcionarios de política en China han optado por el statu quo en materia de política monetaria. Hasta ahora, en 2012 el renminbi se ha modificado con respecto al dólar y hay muy pocas posibilidades de Beijing cambie mucho esta situación en el trimestre actual.
La confirmación de algunas observaciones que hemos estado haciendo este año, el Banco Asiático de Desarrollo ha sugerido que el ritmo de apreciación de la moneda china es probable que disminuya debido al aumento de los costes laborales y de otro tipo, que está afectando negativamente a la competitividad. Por otra parte, China, abrió de nuevo en superávit comercial en marzo, gracias a una marcada desaceleración de las importaciones. Debido a las fechas de las celebraciones del Año Nuevo Lunar de este año calendario, las estadísticas chinas han sido más volátiles de lo habitual, lo que complica el análisis. Dicho esto, el crecimiento de las importaciones ha ido disminuyendo desde hace algún tiempo, lo que confirma, además, que la economía está definitivamente en una trayectoria de crecimiento más lento.