Cuando hablamos de comportamiento de precios en los mercados, muchas veces la atención está centrada sobre la dirección de los mismos, es decir, si los precios se mueven al alza o a la baja en un período determinado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la volatilidad de precios es una consideración fundamental a la hora de tomar decisiones de inversión.
A continuación, algunas claves a tener en cuenta para tomar decisiones de inversión en función de la volatilidad de los mercados.
Volatilidad, riesgo y oportunidad
En el mercado financiero la volatilidad está asociada al riesgo de las inversiones, lo cual tiene bastante sentido desde una mirada estadística. Mientras más volátil es un activo, más violentos son los movimientos de precios y más inciertas las cotizaciones futuras. Esto claramente implica mayor riesgo para el inversor.
En un contexto de trading de mediano plazo, un aumento de la volatilidad generalmente requiere tomar posiciones más pequeñas y con niveles de stop más holgados. El criterio más importante de gestión de riesgo en operaciones de corto plazo es limitar la máxima pérdida posible. Un parámetro bastante básico y saludable es que la máxima pérdida posible no supere un 1% del total del capital disponible.
En función de estos criterios se establece el tamaño de la posición y los niveles de stop. Es decir, cuánto voy a comprar en cada posición, y a qué nivel de precios cierro la posición para que la pérdida no supere el 1% de mi capital disponible.
En un contexto de alta volatilidad, es más probable que el precio del activo toque el nivel de stop para luego volver a subir. Es decir, el movimiento de corto plazo es más ruidoso cuando aumenta la volatilidad, y el hecho de que un activo rompa a la baja el nivel de stop no significa que necesariamente estemos frente un cambio de tendencia en la cotización.
Por lo tanto, conviene operar con stops más sueltos para evitar el problema de las falsas rupturas. Para evitar que esto implique un aumento del riesgo, se reduce el tamaño de la posición de forma tal que la pérdida potencial no aumente.
Por otro lado, para un inversor de largo plazo un aumento de la volatilidad no necesariamente es un factor de riesgo, sino posiblemente una fuente de oportunidades. Esta clase de inversores evalúa sus posiciones en términos de varios años, y siempre suele buscar oportunidades de compra en activos que se encuentren subvaluados en relación al valor fundamental de la compañía.
Cuando los fundamentos del negocio se mantienen firmes pero el precio cae en exceso debido al aumento de la volatilidad en el mercado, un inversionista de largo plazo puede aprovechar la oportunidad para comprar a precios de descuento.
Capitalizando la volatilidad en el mercado de opciones
Los mercados de opciones ofrecen grandes ventajas en tiempos de volatilidad. En esencia, una opción es un contrato que le da al comprador de dicho contrato el derecho, no la obligación, de comprar o vender un activo a un precio determinado durante un período de tiempo preestablecido. Las opciones de compra tienen el nombre de call, mientras que las opciones de venta se conocen como put.
El precio de un contrato de opciones depende de una gran cantidad de variables, y una de las más importantes es la volatilidad del activo subyacente. El comprador de un contrato de opciones tiene una máxima pérdida posible que está limitada al precio del contrato. En cambio, su potencial de ganancias es variable, y aumenta con la volatilidad del activo.
Supongamos que el inversor tiene un call para comprar 100 acciones de Apple (NASDAQ:AAPL) a un valor de strike de 190 por acción con un plazo de vencimiento de un mes. Ahora asumimos dos escenarios de volatilidad para Apple: en un escenario de baja volatilidad, la acción puede subir o bajar 10 dólares en un mes, y en un escenario de baja volatilidad, el activo puede subir o bajar 20 dólares en un mes.
A la fecha de vencimiento del contrato, si el precio de mercado de las acciones está por debajo del valor de strike, entonces el contrato no tiene ningún valor. El derecho de comprar Apple a 190 si la acción vale 180 o 170 dólares en el mercado no tiene valor económico. Desde este punto de vista, es prácticamente irrelevante diferenciar si el activo cayó de precio en 10 o 20 dólares, ya que la pérdida para el comprador del call es exactamente la misma. Es decir, en términos de riesgo, la volatilidad del activo no perjudica al comprador de la opción.
En cambio, el potencial de ganancias depende directamente de la volatilidad del subyacente. El derecho de comprar Apple a 190 puede tener un valor intrínseco de 10 dólares o de 20 dólares en función de si las acciones cotizan a 200 o a 210 en el mercado. A mayor volatilidad en el activo, mayor potencial de ganancias para el comprador de una opción.
El punto central es que la volatilidad incrementa el potencial de ganancias para el comprador de un call o de un put, mientras que el riesgo asumido no se modifica. Por lo tanto, si todas las demás variables permanecen constantes, el precio de las opciones aumenta cuando aumenta la volatilidad esperada de un activo.
El mercado de opciones permite entonces tomar posiciones para apostar al alza o la baja de la volatilidad. Si consideramos que la volatilidad implícita en el precio de las opciones es demasiado baja, entonces nos inclinamos por comprar opciones, ya que un aumento en la volatilidad implícita impactaría positivamente sobre el precio de los contratos. En caso contrario, si consideramos que la volatilidad implícita va a bajar, seguramente nos conviene apostar a la baja en el precio de las opciones para capitalizar esta estrategia.