- Subidas en todos los índices estadounidenses excepto el Dow Jones
- Atención a la temporada de resultados trimestrales que comienzan esta semana
- Correcciones en el euro desde máximos de casi cuatro meses conseguido la semana pasada
- Ligeras alzas en el petróleo por preocupaciones políticas
- Números verdes en Asia en todos los índices excepto el Kospi surcoreano que se ve arrastrado por caídas en las acciones de Samsung
Quinta jornada consecutiva de subidas para el S&P 500 ayer, lunes, que subía un 0,17% y acumula un 2,8% desde el 31 de diciembre, después de haber subido un 19,4% en 2017. El Dow Jones industrial cayó un 0,05% hasta 25.283, el Nasdaq sumó un 0,29% hasta los 7.157,39 puntos.
Históricamente, los primeros cinco días de enero pueden ser un indicador de la dirección del mercado para todo el año.
La atención en Estados Unidos ahora pasa a la temporada de resultados trimestrales. Se espera que los inversores se centren en lo que las empresas estadounidenses digan sobre la revisión fiscal recientemente aprobada y los recortes tributarios corporativos.
Especial atención tendrán el viernes los resultados que JPMorgan Chase (NYSE:JPM) publicará.
Ayer, los pedidos industriales alemanes cayeron por sorpresa en noviembre por primera vez desde julio. Parecía poco probable que disminuyese la creciente confianza en la economía alemana, después de una fuerte racha de noticias económicas positivas.
Los inversores tomaron ganancias en el euro después del repunte anterior y lleva toda la semana corrigiendo después de que alcanzase el máximo de casi cuatro meses de 1,2089 dólares la semana pasada.
Los rendimientos de los bonos estadounidenses a diez años cayeron en precio para rendir al 2,48%. Todo ello poco después de las declaraciones de un miembro de la Reserva Federal (Fed) donde indicaba que el banco central de Estados Unidos solo podría elevar los tipos de interés dos veces este año.
Los precios del petróleo terminaron ligeramente al alza, el crudo ligero subía 29 centavos hasta los 61,73 dólares y el Brent ganaba 16 centavos hasta los 67,78 dólares. Las protestas en Irán y el arresto de once príncipes en Arabia Saudí contrarrestan las proyecciones de una mayor producción de petróleo de Estados Unidos.
El oro retrocedió desde el máximo de tres meses y medio de la semana pasada, cuando el dólar estadounidense recuperaba terreno frente al euro. El oro ayer cedió un 0,1% hasta los 1.318,84 dólares por onza.
En Asia, el índice más amplio de MSCI de acciones de Asia y el Pacífico fuera de Japón ha cerrado casi plano después de haber subido hasta 591,28, cerca de su máximo histórico de 591,50 conseguido en noviembre de 2007.
El índice bursátil Nikkei de Japón ha sumado un 0,6% para cerrar en su nivel más alto desde noviembre de 1991. Además, ha alcanzado las ganancias de la sesión anterior cuando los mercados han vuelto a abrir después del festivo del lunes.
Desde que adoptó la política de control de la curva de tipos en 2016, el Banco de Japón (BoJ) ha realizado ajustes similares a sus compras de JGB (Japanese Government Bond, bonos emitidos por el banco de Japón), que se consideran movimientos principalmente técnicos. Hoy, ha reducido sus compras de JGB de 10 a 25 años hasta el vencimiento y las de 25 a 40 años hasta el vencimiento en 10.000 millones de yenes (88,39 millones de dólares) cada una, de sus operaciones previas para esas zonas.
Si bien los ajustes operativos del banco central generalmente no tienen un impacto en los mercados de divisas, los operadores asiáticos han comentado que dicho movimiento sugería que algunos inversores lo habían usado como una excusa para vender el dólar y el euro frente al yen.
El mercado de acciones de Corea del Sur (Kospi) cayó un 0,1%, arrastrado por una caída del 3,1% en las acciones de Samsung Electronics (KS:005930). La guía de Samsung no cumplió con las expectativas del mercado a pesar de un pronóstico de beneficios récord para el cuarto trimestre, las fuertes bonificaciones extraordinarias pagadas a los trabajadores le quitaron el brillo a los precios de los chips DRAM.