El euro sigue cayendo en todos los frentes en estas horas

Un panorama complejo asoma en los mercados financieros globales, motivado en factores políticos en algún caso, y también por un clima de incertidumbre que nadie acierta a explicar claramente.

Veamos. Por un lado, el euro sigue cayendo en todos los frentes en estas horas, y ante el dólar, su principal referencia, podría perder su mínimo de marzo de 2006 en las próximas horas, por ahora fijado en 1,1860. La explicación para tal movimiento viene de la mano, al menos en el corto plazo, de la probable salida de Grecia de la Eurozona, ante la inminencia de que un grupo de extrema izquierda gane las elecciones de fin de mes. La tendencia de este grupo podríamos denominarla "anti austeridad", condición que impuso la Comunidad Europea para auxiliar a Grecia en sus peores horas. De manera que, pese a que las autoridades de la Unión siguen hablando de la necesidad de que el bloque permanezca unido, la posibilidad se va desvaneciendo.

Tanto puede afectar a Europa que Grecia se retire del euro? Es relativo. Sin dudas, el dinero puesto en Grecia ha sido mucho, y nuestra opinión es que ante la salida del euro, nadie va a hacerse cargo de la deuda en forma seria, algo bastante típico en estos casos. Desde ese lugar, es indiscutible que va a generar un problema pero no solo en Europa, sino a nivel global.

Por otro lado, el caso Grecia explica una parte del problema del sur europeo, que siempre se caracterizó por la falta de disciplina fiscal, y desde ese ángulo, su salida del euro podría tomarse como un alivio.

Pero atribuir una baja desde 1,40 de mayo al actual 1,19 al problema de Grecia es exagerado e inexacto. La baja del euro, que se encuentra en plena fase bajista, proviene del alza del dólar en primer término, derivada de un probable incremento de tipos de interés de la Fed este año, sumado al plan de ayuda económica que el BCE podría implementar este mismo mes. Para más pruebas, solo hay que mirar en que fecha comenzó el declive del euro: con diferencia de días, lo mismo sucedió con el resto de las monedas líderes, el petróleo y el oro.

El petróleo, precisamente, es otro activo que aparece en la portada de los periódicos. Un nuevo mínimo de más de 5 años, en 48,75 dólares, marca la debilidad del "oro negro", que parece no ser tal en estos días. Técnicamente, el precio cumplió con el objetivo de un triángulo de continuación de tendencia apreciable en el gráfico diario, aunque ello no significa una recuperación del precio. Este, esencialmente, responde ahora a factores políticos más que a oferta y demanda, y ante ese panorama pocos saben que puede suceder con el mismo.

A contramano, el yen y el dólar australiano recuperan posiciones. El yen, por la búsqueda típica de refugio por parte de los inversores ante situaciones de crisis; el aussie, por una balanza comercial con un déficit menor al esperado, dato conocido a primera hora. La divisa autraliana podría iniciar una ligera recuperación si, como se observa muy probable, el precio logra quebrar el máximo del día, 0,8155, línea de tendencia bajista en el corto plazo.

El yen, por su parte, podría acelerar su recuperación en las próximas horas, si el clima enrarecido de los mercados se profundiza. Nuestra visión de mediano plazo es la llegada del precio del yen a la zona de 111,50/112, antes de iniciar un nuevo ciclo bajista.

Los futuros del índice Dow Jones reflejan de alguna forma este clima poco calmo. Las acciones líderes de Wall Street cayeron en buena forma el martes, arrastrando a las bolsas de los países emergentes, cada día más dependientes de Nueva York. La tendencia de los futuros se aprecia bajista en el corto plazo, aunque podrían encontrar soporte en 17440 puntos, 61,8% del último movimiento alcista, cuyo máximo fue además el valor histórico más alto de los mismos.

El alza del dólar parece no tener fin cuando se leen reportes de bancos y fondos de inversión. Pero se sabe que cuando un activo llega a los medios masivos, y la opinión de todos, al menos la opinión que se hace pública, es favorable al mismo, es porque se acerca el cierre de una etapa. A este nivel, creo, estamos llegando en estos días.