El jueves de la semana pasada estuve en un evento en el que pude escuchar a una de las personas más conocidas y respetadas en el mundo del análisis como Pablo Gil, director de Método Trading España y analista de XTB, junto a Javier Urones, estratega de mercados en XTB y especialista en renta variable y commodities, en especial del crudo. Era la primera vez que asistía a una presentación suya y aunque no pude estar hasta el final, quedé muy satisfecho.
Muchas veces nos centramos en el análisis más cortoplacista en búsquedas de las tendencias para sacarle el máximo provecho a nuestra operativa de trading, pero no tenemos que perder la perspectiva de largo plazo, es decir, de donde venimos. Recuerdo una de mis primeras clases de análisis técnico en las que el formador nos decía que a la hora de hacer un análisis, teníamos que empezar pensando en el largo plazo para no dejarnos nada de información por el camino y que puede ser decisiva en la evolución final de índices, acciones, commodities...
S&P 500 y EUROSTOXX 50: ¿futuro negro?
Tras escuchar la exposición me quedé con una idea bastante nítida: aunque en las bolsas no hay nada escrito y uno se puede equivocar cientos de veces, la foto que veían en un futuro no muy lejano, era bastante oscura. Dentro de los índices a los que hicieron referencia estaba el que es para mi la principal referencia de Estados Unidos, el S&P. Nos hablaban de dos escenarios, el alcista y el bajista, y este último era el que se llevaba la mayoría de las papeletas por las siguientes razones, algunas de las cuales podemos ver en el gráfico adjunto:
- Estamos próximos a niveles máximos, techo de gran resistencia que no se ha podido superar habiendo entrado en una fase lateral en los últimos 12 meses.
- Hay señales negativas que se han ido acumulando en los últimos meses: Dow Jones de Transporte en EEUU bajista desde diciembre del 2014, sector bancos en EEUU con formación HCH completada, el Índice Russell 2000 con formación también HCH y bajista desde mediados del 2015 y mercados emergentes bajistas tras ruptura de soporte de largo plazo (2009/15) a mediados del año pasado.
- Como veremos a continuación, la renta variable europea también presenta deterioro y es que a pesar de todos los estímulos monetarios, la macro se ha ralentizado, entrando en tendencia bajista los índices desde mediados del 2015.
- Como dato estadístico, estamos ante una de los ciclos alcistas más largos de la historia, con una subida del 220% desde el 2009 hasta el 2015.
Ante un escenario así, la vuelta a niveles próximos a los 1.800 sería más que probable, como vimos a principios de este año, como uno de los soportes de mayor referencia que nos podamos encontrar y que ha actuado en otras ocasiones, como en el 2014. Para alejar este escenario, deberíamos de romper la serie de máximos y mínimos descendentes, iniciados a principios del 2015 y cerrar por encima de los 2.116, con el fin de irnos a por los máximos históricos.
En Europa, he cogido el Eurostoxx 50, aunque era otro índice el que nos mostraron en la presentación, el Eurostoxx 600, en el que hacían referencia a la resistencia de largo plazo a la que ya nos habíamos enfrentado con resultados negativos como en anteriores ocasiones: sus máximos históricos. Pero podemos ver en el selectivo escogido en esta ocasión que la tendencia es negativa desde el 2000. Sólo hemos seleccionado los últimos 10 años, pero vemos perfectamente esa línea de tendencia, junto con la de más corto plazo (abril '15). Sin olvidarnos de que la situación macro en Europa no es especialmente buena, con unos datos lejos de los que querrían las autoridades monetarias y un mes de junio cargado de elementos "turbadores", no descartamos que vayamos a ver los mínimos del año en torno a 2.700.
¿Y qué pasa en nuestra casa: IBEX 35?
No podemos obviar que nosotros no somos ninguna excepción en esta mapa mundial con un aroma negativo en el largo plazo. Nuestro selectivo es el más flojo de los tres que hemos mencionado. En tendencia bajista desde el 2007, la diferencia que tiene con el selectivo comunitario es que el año pasado no consiguió superar los máximos del 2010 en 12.240, dejando la huella en 11.884 en mayo del año pasado (punto de inflexión en las bolsas). Desde ahí la tendencia bajista cogió más fuerza. Resulta clave, según la opinión de estos analista y la mía, como podréis ver en análisis anteriores, irnos por encima del máximo de 9.360 e irnos a por los 9.500, donde el cierre del hueco bajista abierto a inicios de este año, es vital, junto con su superación. Habrá que ver si la directriz alcista de riguroso corto puede más o el viaje a mínimos, se convierte en el siguiente escenario.
En definitiva, son muchas las señales, datos macro y señales técnicas que no invitan a ser muy optimistas en cuanto al futuro de los mercados, pero como hemos dicho al principio de este post, si hay algo que nos ha enseñado la bolsa a lo largo de los tiempos, es que no podemos dar nada por hecho y tenemos que seguir con detalle el corto plazo en busca de señales y, desde luego, sacarle el máximo provecho.