El oro ha comenzado el nuevo año más o menos igual desde donde se negoció por esta época el año pasado. Durante este tiempo ha habido muchos vientos en contra, con el aumento del dólar del 14% frente a las principales divisas, mientras que las expectativas de inflación a futuro en EE.UU. han caído un 0,75% y la primera subida de tipos de la Reserva Federal está cada vez más cerca.
Pese a todo ello, el oro ha conseguido un fuerte rendimiento relativo durante el mes pasado, ya que la atención se ha desplazado un poco hacia el deterioro de las perspectivas en Europa (provocada por la crisis política en Grecia).
La revista semana alemana Der Spiegel ha dado a conocer que la canciller alemana Angela Merkel está preparada para aceptar la salida de Grecia de la zona euro, y como resultado de ello, hemos visto al par formado por el oro y el euro (XAUEUR) probar de nuevo la zona de resistencia en niveles de 1.000 euros por onza.
Durante los últimos 12 meses, vemos visto tenencias en los productos negociados respaldados por una caída del oro físico en 161 toneladas, mientras que los hedge funds y los gestores de capital han incrementado sus posiciones largas netas a través de futuros y opciones en 167 toneladas. Las perspectivas de corto plazo para el oro continúan apuntando a precios más bajos antes de que la recuperación pueda tomar fuerza a finales de este año.
Mientras el oro continúe haciendo frente a la subida del dólar, la convicción entre los vendedores en corto podría desvanecerse aún más. El potencial de crecimiento, sin embargo, sigue siendo limitado (especialmente frente al dólar) y se necesitaría una ruptura por encima de los 1.210 dólares por onza con el fin de buscar el máximo de diciembre en niveles de 1.238 dólares por onza.
El soporte y una ruptura al alza por sorpresa ofrecerá una demanda como refugio seguro antes de las elecciones generales que se celebrarán en Grecia el 25 de enero, junto con las expectativas de estímulo en China.
Mientras los datos económicos (el PMI manufacturero, el más reciente) continúen siendo más bajos de lo esperado, las expectativas de crecimiento también se reducirán. Esto podría aumentar la especulación y las expectativas sobre nuevas medidas de flexibilización por parte del Banco Popular de China en los próximos meses.
Vender oro en niveles por encima de 1.200 dólares por onza, con un stop por encima de los 1.210 dólares, parece a día de hoy la mejor opción en términos de cómo poner en marcha el trading en el nuevo año. Pero como hemos visto en muchas ocasiones durante el mes pasado, no buscamos un objetivo mucho mayor que la zona de 1.180 dólares por onza en este escenario.