El precio del oro alcanzó un máximo histórico de 2.785 dólares por onza en octubre de 2024, marcando un hito que reflejó la fortaleza del metal como refugio en un contexto de incertidumbre económica global. Este ascenso estuvo impulsado por factores como la volatilidad de los mercados financieros, la debilidad del dólar en ciertos períodos y las tensiones geopolíticas que llevaron a los inversionistas a buscar activos más seguros. Sin embargo, después de ese punto máximo, el oro inició un retroceso, entrando en una fase correctiva que delineó una clara estructura bajista.
El precio del oro, tras un retroceso luego de alcanzar máximos, no ha logrado romper la resistencia clave de los 2.078 dólares la onza. Este nivel ha actuado como un techo importante, dejando al precio atrapado en un rango definido entre los 2.078 dólares en la parte superior y los 2.027 dólares en la parte inferior. En este momento, el mercado se encuentra en una pausa estratégica, a la espera de la decisión de tasa de interés programada para el 18 de diciembre.
Si el precio logra romper al alza el límite superior del rango, podríamos ver un movimiento hacia los máximos históricos e incluso una extensión significativa por encima de estos niveles. Por otro lado, una ruptura a la baja implicaría un retroceso hacia el soporte de largo plazo, ubicado en torno a los 1.986 dólares la onza, lo que podría marcar un cambio importante en la estructura actual del mercado.