Movimientos de moderada intensidad presenta el mercado de divisas mientras promedia la sesión europea del martes. El yen protagoniza la jornada, con una alza que puede ser el inicio de un movimiento favorable al mismo para los próximos días, situación que prevemos desde hace varias semanas.
La moneda nipona perdió mucho terreno en los úlitmos meses, alcanzando en diciembre su mínimo desde julio de 2007, y se halla no solo sobrevendido, sino que comienza a actuar nuevamente como refugio de los inversores, que no logran encontrar un rumbo claro a los mercados en estos primeros días del año.
La bajada del petróleo, cuya explicación certera nadie acierta a brindar, está influyendo decisivamente en el ánimo de los mercados. El barril WTI sigue perdiendo valor, y llega en estas horas a un nuevo mínimo de 5 años, mientras se especula con que el próximo soporte de cierta solidez aparece recién en la zona de 40 dólares; en estos momentos, cotiza a 45,05 dólares.
El precio del petróleo es una de las pocas variables capaces de influir directamente en la economía mundial, y en estas oportunidad encuentra tantos beneficiados como perjudicados. Así como las petroleras buscar reducir dramáticamente sus costos ante esta coyuntura, las aerolíneas se ven ampliamente beneficiadas, como así también los países importadores neto del llamado "oro negro".
Pero es indudable que, entre los mercados bursátiles, este movimiento no cae bien. Por caso, el índice Dow Jones dejó de ofrecer sus ya casi acostumbrados máximos históricos diarios, para entrar en una suerte de lateralización que, de todas formas, puede derivar en un nuevo movimiento alcista, aunque más motivado por otros factores que por el petróleo.
En este contexto, con el yen en un aparente movimiento alcista cuyo objetivo se ubica en 112/111,50, las divisas europeas vuelven a posicionarse a la baja. El euro,que por momentos parece revivir, cae decenas de puntos en minutos ante informes que en otros momentos ni siquiera impactan en su precio. Así, una vez más busca su mínimo de 9 años que por ahora aparece en el frágil 1,1750, que tocó la semana pasada. Por el momento, con una tendencia bajista en el gráfico de 4 horas, cotiza a 1,18, con soportes en el mínimo mencionado, 1,1730 y 1,17.
La libra esterlina vuelve a caer, esta vez ante un reporte de inflación de Reino Unido cuya cifra es la menor en los últimos 15 años. La divisa británica no logra recuperarse, y aparece lejana ahora la posibilidad de que el BoE incremente sus tipos de interés, que por ahora aparece como la única variable capaz de darle fuerza y alejarse de 1,50.
El resto de las divisas acompañan el movimiento del dólar, prácticamente en línea. El dólar australiano, luego de su fuerte baja de la víspera, intenta buscar nuevos máximos aunque deberá superar 0,82, algo lejano del actual 0,8145, y en momentos en que el gráfico de 4 horas del par AUD/USD luce ligeramente bajista.
El dólar canadiense, en tanto, llega a su mínimo de abril de 2009, comenzando a cumplir con lo que técnicamente es un triángulo alcista de continuación de tendencia, cuyo objetivo aparece en la zona de 1,2035/40.
El loonie se ve fuertemente afectado por la baja del petróleo, pero también por los débiles datos de empleo (típico del frío invierno canadiense) y de permisos de construcción, conocidos el viernes pasado.
En tanto, la onza de oro logra hacer pie ante el dólar, y presenta en el gráfico de 4 horas una bandera de continuación de tendencia alcista, con un alcance que puede llevarla a 1255 dólares en las próximas horas. No esperamos datos de imporatncia para la sesión americana, aunque los mismos no parecen hacer mucha falta hoy en día. Los mercados tienen suficientes motivos para actuar.