Vamos a explicar una serie de cuestiones acerca del Banco de Japón y de su divisa, el yen. De esta manera se entenderá mucho mejor lo que está sucediendo y lo que podría suceder.
Las últimas referencias macroeconómicas son las siguientes: el índice PMI del sector manufacturero sube a 50,3 desde el 49,5 del mes anterior, siendo la primera lectura expansiva en 7 meses. El índice de actividad ha subido ligeramente por encima de las previsiones hasta el +0,3% frente al +0,2% esperado. El indicador de confianza de las pequeñas empresas se situó en 47,7 frente al 46,3 anterior.
En las actas de la última reunión del Banco de Japón se puede observar que los miembros del BoJ estaban de acuerdo en que las expectativas de inflación se habían debilitado y que los riesgos para la actividad económica se mantenían ligeramente a la baja.
El Banco de Japón (y no es el único, ya que otras entidades también lo han hecho), ha comprado bonos con la intención de que caigan los costes de endeudamiento de corto plazo. La idea es que así se estimularía a las empresas y a las familias para endeudarse, estimulando la actividad económica. En realidad, el programa de compra de bonos lo que ha originado es que que los costes de endeudamiento de largo plazo se aproximen a los costes de endeudamiento de corto plazo, hecho que se denomina aplanamiento de la curva de rendimiento. Claro, el riesgo es la posible incidencia negativa que podría tener sobre la actividad económica.
La cuestión es que unas tasas de interés demasiado bajas para el crédito de largo plazo podría afectar y reducir el incentivo para los bancos de cara a que presten dinero debido a que no lograrían ganancias con esos préstamos. Por no hablar de los inversores de largo plazo que verían cómo se reducen los rendimientos de los bonos que adquieren.
El BoJ pretende que el rendimiento de los bonos públicos nipones a 10 años se mantenga en torno a cero (medida a la que no recurría desde hace muchos años), ya que de esta manera la entidad podría seguir ofreciendo rendimientos negativos para la deuda de corto plazo.
¿Y la inflación? Kuroda se comprometió en su momento a elevar la inflación al objetivo del 2% en dos años mediante fuertes compras de bonos soberanos y acciones. Posteriormente recurrió a las tasas negativas. En un primer momento parecía que la cosa funcionaba, la inflación salió del terreno negativo gracias también a la depreciación del yen, pero fue un espejismo, la divisa nipona volvió a fortalecerse.
Entonces Kuroda no dudó en culpar del fracaso de la inflación a diversas circunstancias:
- La fuerte caída del petróleo.
- La subida del impuesto sobre consumo.
- La desaceleración de las economías emergentes.
Kuroda no dudó esta misma semana en afirmar que el Banco está dispuesto a utilizar todas las herramientas disponibles para lograr su objetivo de inflación del 2%, que ahora está más comprometido que nunca a generar inflación y que disponen de herramientas eficaces y suficientes para ello.
Se podría leer entre líneas que el BoJ continuará con su programa de relajación monetaria aunque la economía del país mejore, y no cesará el programa hasta alcanzar el objetivo del 2% de inflación.
El pasado 21 de septiembre, en el artículo que escribí hablando del yen, les comenté: “¿Y todas estas medidas cómo afectarán al yen? En principio no debiera de haber grandes cambios. Sí, la divisa nipona podría depreciarse un poco pero tampoco se podría hablar de un cambio radical de tendencia.”
En efecto, EUR/JPY apenas se ha movido desde ese día (21 de septiembre), es más, hoy día 29 sigue cotizando en el mismo sitio. Y USD/JPY igual, está hoy prácticamente en el mismo lugar.
Así pues, sigue vigente lo indicado en su momento:
En Premium venía explicando desde hace tiempo que cuando bajase a los 100 puntos la entidad intervendría (aunque lo negasen públicamente) y harían que no cayese más. En efecto, fue tocar los 100 puntos en julio y en agosto, no cayendo más y rebotando al alza, casi 800 puntos en el primer caso y algo más de 400 puntos en el segundo.
Es por ello que ahora vuelve dicha zona a cobrar su importancia y el BoJ tendrá que decidir si vuelve a impedir que baje de los 100 puntos, si vuelve a colocar la barrera en dicha zona. Muchos inversores estarán atentos por si se lanzan finalmente a comprar ahí.
En el caso de Euro/Yen, su zona serían los 111 puntos.