El euro bate llega a nuevos mínimos desde diciebre de 2005 en su cotización ante el dólar, luego de conocido el índice de inflación minorista de diciembre de la eurozona, que arrojó una baja del 0,2%.
Esta cifra marca el camino al Banco Central Europeo (BCE), que probablemente anuncie cifras y plazos de su plan de estimulo a la economía del bloque en su próxima reunión de política monetaria, que este mes se postergó para el día 22 de enero. Su presidente, Mario Draghi, inició el año declarando en medios alemanes la alta probabilidad de deflación en la Eurozona, y sus pronósticos parecen no estar errados.
La caída del euro es acompañada naturalmente por un movimiento similar del franco suizo, cuyo precio no superaba 1,01 desde agosto de 2010. La moneda helvética se ve también debilitada, aunque las autoridades del Banco Nacional de Suiza se verán seguramente complacidos por la novedad.
De hecho, en la actual situación de crisis, los inversores podrían haber buscado al franco como instrumento de refugio, y esto no ocurrió. Para muestras, se puede ver que el yen, la otra moneda a la cual se acude para momentos críticos es, de las divisas principales, la única que hace pie ante el dólar.
La libra esterlina también cae ante el dólar, aunque sus mínimos similares anteriores son más cercanos, de agosto de 2013. Sin embargo, la perspectiva de corto plazo de la moneda británica luce bajista. El precio vulneró en las últimas horas, aún sin confirmación, una línea de tendencia alcista de largo plazo, que proviene de enero de 2009, cuando el precio orilló 1,35.
El panorama de las monedas europeas luce desalentador, sin dudas. Con planes de inyección de euros por delante, y ya en el corto plazo y con la economía británica que luego de un impulso muy positivo a principio de 2014 se desinfló rápidamente en los últimos meses, hay pocos motivos para pensar en una recuperación del euro y la libra en el corto plazo.
Claro está, y lo venimos sosteniendo en las últimas semanas, con el debido cuidado y stop loss largos, no vemos para nada mal tomar posiciones de compras de euros, toda vez que se halla totalmente sobre vendido en el largo plazo. Nuestra visión es que la divisa europea puede recuperar posiciones hasta la zona de 1,26 en no mucho tiempo.
El viernes, la divisa única tendrá una buena oportunidad de ofrecer un movimiento alcista, si es que, como se cree, la creación de empleo en Estados Unidos es mucho menor en diciembre que en noviembre. Pero aún faltan 48 horas.
Precisamente, en Estados Unidos se conocerá a las 8:15 del este, la encuesta de empleos privados (ADP), que podría mostrar unos 225 nuevos puestos de trabajo del sector el mes pasado. Este dato, junto a los inventarios semanales de petróleo, previstos para las 10:30, serán los informes más importantes del día.
Esta última cifra, que durante mucho tiempo pasó casi inadvertida, salvo para los operadores de contratos de petróleo, toma especial relevancia en estas horas: el WTI cayó de 48 dólares a primera hora del miércoles, y aunque ensaya ahora mismo una ligera recuperación, no parece esta ser muy sustentable en el tiempo.
Cabe acotar, de todos modos, que el petróleo se halla muy sobrevendido, aunque no es bueno colocar posiciones de compra del mismo: cuando el problema no es la oferta y demanda, y sí factores políticos y de otra índole, el análisis técnico deja de tener un valor relevante, dado que se trata de un mercado manipulado.
En la tarde, además, se conocerán las actas de la reunión de política monetaria de la Fed de diciembre; no se esperan sorpresas, dado que no las hubo en los anuncios de esa fecha, aunque el texto podría arrojar algo de luz sobre los próximos pasos del organismo. El próximo encuentro tendrá lugar a fin de enero.
Así las cosas, nada parece detener al dólar en estas horas, y no se esperan cambios de corto plazo. Los futuros del índice Dow Jones el martes volvieron a caer, aunque todo parece indicar que se trata de una corrección bajista, una más en medio de un ciclo alcista que por ahora no corre peligro alguno, y que sí alcanza para descomprimir varios días de máximos históricos consecutivos.