Con este panorama, que incluye un dólar caro por propio mérito, y monedas débiles por culpa propia, a la moneda estadounidense se le abre un camino alcista de largo plazo sin muchas trabas. El dólar podría ceder algunas posiciones ante el euro, que nuevamente supera la zona de 1,13, aunque también extendería sus ganancias ante el yen y la libra esterlina.