Las medidas tomadas por parte de los protagonistas económicos se están haciendo notar, esto contribuye a mantener el buen tono de los mercados.
La Reserva Federal, que el jueves 18 celebrará una reunión de política monetaria, continúa con su recorte de tipos – o esa es la expectativa – y dando más oxígeno. El comercio presenta mejor apariencia. China se encuentra implementando estímulos para incentivar el consumo, paliando el impacto de la situación de conflicto arancelario. Mientras, en Europa, el BCE está realizando grandes esfuerzos; pero, al fin y al cabo, haciendo su trabajo. El nuevo gobierno italiano, que conlleva un mejor entendimiento con Bruselas, y el retraso del Brexit, apoyan su labor.
El dato estrella de esta semana proviene de la Reserva Federal. Se espera que el organismo presidido por Powell mueva ficha y baje los tipos del dólar en 25 puntos básicos, por segunda vez consecutiva, situándolos en el 2,00%. Es posible que las presiones del presidente Trump hacia la autoridad monetaria estén surtiendo efectos, como así se entendió el pasado 31 de julio. También puede darse el caso de que la Fed esté tomando decisiones anticipadas, ante la incertidumbre de una prolongación de la guerra comercial y su posible impacto.
La cuestión es si las presiones a las que está sometida, o la suma de ambos factores, pueden llevar a la Fed a una sobreactuación. Se oyen tambores sobre un nuevo recorte de tipos en diciembre. Que unos tipos más bajos “deberían” ser positivos para el mercado no precisa explicación, pero ¿cómo podrá defender la decisión esta vez Jerome Powell?
En sus declaraciones – y leyendo entre líneas – podríamos encontrar respuestas sobre el fundamento de estos recortes. Además de la reunión de la Fed, esta semana también tendremos decisiones de tipos por parte del Banco de Japón y el Banco de Inglaterra, aunque de ambos no se espera un movimiento en los tipos de interés.
Al contrario de lo que podría suceder en Brasil: se espera un recorte de tipos de 6,00% a 5,50%.Por todos los factores en conjunto, los analistas de Bankinter (MC:BKT) prevén una cuarta semana consecutiva en verde. No cabe duda de que aún hay mucho ruido de fondo, no obstante, si no se produce un suceso inesperado, la inercia de estas tres semanas anteriores se dejará notar. Las decisiones de los bancos centrales durante esta semana serán clave. Una vez confirmado el buen aspecto de los mercados, así como la mejora en las condiciones subyacentes, ahora cabe preguntarse si el resultado del Empire manufacutero no comenzará a descontar los riesgos de una posible recesión, tal y como afirman ciertos analistas.
En concreto, los expertos prevén que este indicador sufra un recorte de 8 décimas, pasando de 4,8 a 4,0. El sector manufacturero, cuya salud se mide a través de este índice (entre otros) es uno de los más expuestos si se produjese un escenario recesivo. En síntesis, los riesgos aún están presentes, la incertidumbre no se ha evaporado. Sin embargo, una batería de medidas está mitigando la situación. Los bancos centrales aportan equilibrio.