Las reservas de divisas del Banco Nacional de Suiza aumentaron un 3,8%, hasta 668.200 millones de francos. Si bien el BNS no suele hacer comentarios sobre la intervención, el tamaño de la expansión del balance indica que el BNS ha estado muy activo en los mercados de divisas. Esta ha sido la acumulación más rápida desde diciembre de 2014, cuando el BNS estaba sitiado para defender el suelo de 1,200.
Los datos publicados hoy sugieren que la mayor flexibilidad del tipo de cambio del BNS no tuvo en cuenta la fuga de capitales impulsada por el temor proveniente de Europa. La fuerte demanda de CHF indica cuán preocupados están los inversores europeos con respecto a los acontecimientos políticos.
A pesar de una mejora en la inflación y el entorno de crecimiento, el presidente del BNS, Thomas Jordan, sigue definiendo al CHF como una moneda "significativamente sobrevaluada". Por desgracia para el banco central, las operaciones cortas en EUR/CHF siguen siendo la forma más limpia para cubrir el creciente riesgo político europeo.
Anticipamos que, a pesar de la intervención de la autoridad monetaria, el EUR/CHF seguirá perdiendo posiciones. Además, a juzgar por las acciones del BNS, no están preocupados por el hecho de que la administración del presidente Trump haya etiquetado a Suiza como un "manipulador de divisas".