Finanzas Públicas: Trayectoria del IEPS y Gasolinas

La próxima semana conoceremos las estadísticas oportunas de las Finanzas Públicas al mes de abril, un indicador relevante no sólo para conocer un avance del cumplimiento del déficit presupuestado aprobado para el año (-2.4% del
PIB), la evolución de la recaudación y del gasto público, sino además para conocer la trayectoria de los montos empleados para subsidiar la gasolina, es decir la recaudación del IEPS a las gasolinas y diesel. Cuando el precio promedio de venta al público de las gasolinas y el diesel se ubica por debajo del precio productor de Pemex, se registra un flujo negativo en los ingresos petroleros, es decir un subsidio y cuando se ubican por debajo, se registra un flujo positivo, es decir un impuesto.

Un buen ejercicio para entender donde se ubica aproximadamente el precio productor de Pemex se obtiene al comparar el diferencial de precios entre la gasolina (Magna) en México y la gasolina (Gulf Coast de 87 octanos) en EEUU en pesos, pues se aprecia que al cerrarse el diferencial entre ambas, el subsidio aumenta en monto, o sea el flujo del IEPS se hace más negativo.

Para el ejercicio fiscal 2012 el Congreso aprobó un subsidio a los combustibles de 26,181.5 millones de pesos (0.17% del PIB), sin embargo debido a los incrementos en los precios del petróleo y en consecuencia de sus derivados en los mercados internacionales, hasta el mes de marzo se había contabilizado un subsidio de 50,687, aproximadamente 0.33% de nuestro PIB estimado para 2012 y 193.6% del monto aprobado. Si bien consideramos que esta desviación continuará ampliándose hasta llegar a un monto entre el 1% y el 1.25% del PIB durante todo el año, esto no implicará desviación alguna del objetivo del déficit fiscal aprobado. Ello no debe obviar las implicaciones de los subsidios a la gasolina sobre la eficiencia en el consumo de un recurso escaso como es el petróleo.

Esta semana que termina, conocimos las cifras de ventas al menudeo y de tasa de desempleo dados a conocer esta semana confirman la estabilidad en indicadores de demanda interna en los primeros meses del año, aunque por otro lado continúan mostrando resistencia a la baja en la tasa de desempleo y cifras de subempleo.