Ahora mismo, el riesgo de Gamesa (MC:GAM) no es desdeñable. Ha pasado de ser la niña bonita de los mercados, a la gran damnificada por la victoria de Donald Trump en EE.UU., pues no parece que el nuevo presidente vaya a estar demasiado interesado durante su mandato en el cambio climático y esto puede golpear de lleno en el medio plazo en compañías de energías renovables como Gamesa.
El gráfico de Gamesa ya no resulta tan favorable como hace un par de meses, ahora vemos un doble techo en zona de máximos con claro retroceso y máximo decreciente en forma de pull back.
Vulnerar los mínimos de noviembre supondría un cambio de tendencia a medio plazo, pues aunque en la tendencia principal podría hablarse de un límite aceptable de caída hasta la zona de 15 euros, la verdad es que yo no esperaría a ver mis acciones tan abajo para vender, si cae el soporte de 17,35 euros lo lógico sería como poco reducir.
Cualquier mejoría a corto plazo pasa por batir la zona de 19,50 - 19,70 euros. El deterioro a corto plazo es patente y veremos si los soportes de medio plazo caen o no.