Es tal vez más sorprendente ver el desplome de la libra esterlina. La velocidad de su caída impresiona realmente, y no deja de quebrar mínimos de 5 años, para ubicar su próximo objetivo bajista en la zona de 1,45, y más abajo 1,42 y 1,35, el mínimo al que llegó en 2009 en pleno desastre financiero global (aunque ya con planes de estímulo y tasas mínimas, similares a las actuales).