Podría decirse que el miércoles se vivió un día de furia en los mercados financieros globales, con muy fuertes caídas de las bolsas europeas, que tuvieron su continuación en un movimiento bajista de las acciones principales de Wall Street en horario americano.
El índice Dow Jones, que vuelve a actuar como motor de todos los mercados en la sesión de Estados Unidos, perdió posiciones hasta poner en peligro la primera velocidad alcista del gráfico semanal, en el contexto también alcista general. Dicha velocidad tiene origen en octubre de 2011, cuando inició el último rally alcista que se extendió hasta los máximos históricos de pocas semanas atrás.
La tendencia alcista principal tiene un origen mucho más antiguo, con ribetes increíbles: en marzo de 2009, en plena depresión económica mundial, un simple memorandum de un funcionario de segunda línea de Citigroup (NYSE:C), que expresaba lo bien que le había ido a su empresa en el último y fatídico trimestre de 2008, generó una ola de euforia que, como se ve, aún no se ha detenido. Claro que en aquel momento pocos, o nadie, podrían pensar lo que sucedería cinco años después.
La caída de los mercados de acciones fue el preludio de un retroceso del dólar en todos los frentes, que se inclinó ante las monedas principales, en especial frente al euro, el franco suizo y el yen, y también ante el oro, que ganó en pocas horas más de 20 dólares por onza.
Desde los fundamentales, el movimiento no deja de tener sentido: tanto la inflación mayorista como las ventas minoristas presentaron cifras decepcionantes para los inversores, señales que, sumadas a las declaraciones de funcionarios de la Fed y a las Minutas del organismo, conocidas el miércoles anterior, están profundizando la corrección bajista del dólar, que aún, de todas formas, luce estar a mitad de camino.
La sesión europea del jueves no cambia radicalmente el panorama de la víspera. El dato más importante pasa por un nuevo mínimo del precio del petróleo, que por primera vez, y hace minutos, caer de 80 dólares, a un valor que no visitaba desde junio de 2012.
En tanto, el euro, que el miércoles se acercó a 1,29, cae nuevamente y cotiza a 1,2753, con una tendencia ligeramente bajista contra el dólar, y con próximos soportes en 1,2730, 1,2705 y 1,2680; en tanto, las resistencias se ubican en 1,2790, 1,2805 y 1,2830.
Pero los indicadores de esta temporalidad presentan señales bajistas muy claras, por lo que el quiebre del primer soporte planteado estirará las pérdidas de la moneda única.
La libra esterlina, por su parte, se recupera ante el dólar, con tendencia ligeramente alcista en el gráfico de 4 horas, presentando resistencias las zonas de 1,6025, 1,6070 y 1,61; los soportes se hallan en 1,5945, 1,5905 y 1,5875. La divergencia entre el indicador de momento y la curva de precios parece anticipar un movimiento favorable a la moneda británica para el resto de la jornada.
El yen, en otro orden, sigue recuperando terreno frente al dólar, en un movimiento largamente esperado, pero que no cambia su tendencia bajista de largo plazo. Su precio actual, 105,71, tiene soportes en 105,20, mínimo del miércoles, 104,75 y 104,35. Recordemos que en 104,05 quedó un gap aún no cubierto. Las resistencias a considerar se encuentran en 106,30, 106,75 y 107,10.
Siguiendo la dirección del petróleo, caen fuerte el peso mexicano, a mínimos de 2012, y el dólar canadiense y valores de julio de 2009. No obstante pueden presentar correcciones que se tornan inminentes a favor de ambas, su camino bajista no tiene por el momento patrones de cambio de tendencia.
Se espera, pues, un día de gran actividad en las divisas, con fundamentales que en otros momentos movían un puñado de puntos y que ahora se han tornado relevantes, como las peticiones semanales de desempleo, a las 8:30 del este, los índices de producción industrial y capacidad de utilización a las 9:15 y el índice de la Fed de Filadelfia a las 10.00.
También, y en Canadá, se conocerá la cifra de ventas manufactureras a las 8:30, que pueden mover decisivamente al "loonie".