La séptima y penúltima reunión de política monetaria de la Reserva Federal, cuyas conclusiones y decisiones serán anunciadas hoy miércoles a las 2:00 hora Este de Estados Unidos, es la que probablemente menor expectativa genera en los mercados globales.
Repasando los encuentros anteriores, presididas por Janet Yellen, presidente del organismo desde enero pasado, esta es la oportunidad en la que menos cambios se esperan. Fue la propia Yellen quien, en la reunión de septiembre, se encargó de bajar la expectativas de los inversores, que esperaban alguna pista sólida acerca de probables incrementos de tipos de interés durante este año, o en los primeros meses de 2015.
La Fed, durante varios años -hay que recordar que mantiene sus tipos de interés entre 0 y 0,25% desde diciembre de 2008-, sostuvo que comenzaría a mover los mismos cuando la tasa de desocupación cayera del 6,5%. Ese momento llegó, pero el organismo no mostró apuro alguno en subir la tasa de interés y, en cambio, agregó, lógicamente, la variable de la inflación como ajuste necesario para una decisión de este tipo.
El índice de inflación se ubica bastante por debajo del 2% anual que tiene como meta la Fed, y esto le da aire, y tiempo, antes de incrementar la tasa de interés. Yellen, que había ideado junto con su antecesor Ben Bernanke los planes de estímulo a la economía llamados QE, observa como estos tuvieron éxito, y lograron, en parte, rescatar una situación que hacia mediados de 2009 se hacía insostenible. De manera tal que es totalmente entendible que antes de mover los tipos de interés se tomen todos los recaudos.
Hay una variable, sin embargo, que la Fed no maneja, y que influye decisivamente en la inflación: el precio del petróleo. El barril cayó de 80 dólares en los últimos días, y si bien en la fecha gana más de dos dólares, mantiene una tendencia bajista muy nítida.
Lo que sí podría quedar sin efecto en el encuentro de la fecha es, precisamente, la última parte del plan de estímulo, que aún permanece en 15 mil millones de dólares mensuales. Esta medida tampoco sería sorpresiva, toda vez que fue anunciada por Yellen desde inicio de su gestión.
Así las cosas, el año parece irse -aún queda una reunión en diciembre-, sin cambios significativos en materia de política monetaria, salvo los recortes de los QE. El dólar, desde mediados de mayo, inició una escalada que hizo trastabillar en buena forma a las divisas europeas, y también al yen, movimiento atenuado desde el mes pasado cuando la expectativa de alza de tipos de interés quedó desactivada.
Sin embargo, anuncios como el de la tarde del miércoles siempre ofrecen movimientos algo imprevisibles. Las alzas del euro, la libra Esterlina, el yen, y las monedas "commodities" durante la jornada de martes, parecen indicar un camino contrario a estas para la sesión americana, apenas conocidos los anuncios.
En las horas previas al informe, el euro cotiza a 1,2733 contra el dólar, luego de llegar a 1,2746 en el máixmo del día, formando una bandera de continuación de tendencia alcista, que tiene un objetivo en 1,2805. En el medio,aparecen 1,2765 y 1,2790 como primeras resistencias. Los soportes, 1,2695, 1,2660 y 1,2630.
La libra esterlina cede posiciones ante el dólar, cotizando a 1,6117, aunque mantiene una tendencia alcista en el gráfico de 4 horas, con una bandera de continuación de dicha tendencia. El quiebre de 1,6135 estirará las ganancias de la libra a 1,6155 y 1,6185, próximas resistencias. Los soportes, por su parte, se hallan en 1,61,1,6075 y 1,6055.
El yen mantiene una tendencia bajista ante el dólar, cotizando el cruce a 108,07, con resistencias en 108,35 y 108,65 para el resto de la jornada. En cambio, los soportes aparecen en 107,75, 107,50 y 107,20.
Fuerte es la recuperación del dólar australiano, el dólar canadiense y el peso mexicano, estas últimas favorecidas por el alza del petróleo. Sus tendencias de corto plazo siguen proyectando un movimiento alcista de estas divisas.