Esta semana Argentina dio otro (importante) paso en el camino de retorno a los mercados de capitales y de crédito internacionales, y sin duda, el arreglo con el Club de París significa una ganancia de valor para sus activos, tanto reales como financieros.
Sin embargo, las cotizaciones (en dólares) de los bonos soberanos (y sub-soberanos) se mostraron prácticamente indiferentes ante esta noticia y se mantienen por debajo de los niveles observados en abril de este año.
Ciertamente, el evento que definirá la tendencia de los precios de los bonos argentinos es la decisión que tomará la Corte de la Corte Suprema de los EE.UU. el próximo 12 de junio en el juicio contra los holdouts (fondos buitres).
¿Qué podemos esperar de la decisión de la Corte? El 18 de febrero Argentina hizo el pedido de cerciorar a la Corte para que revisara el fallo negativo de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito. Dentro de tan sólo once días los jueces de La Corte votarán entre:
- Aceptar el pedido y por lo tanto tratar el caso. Esto le significaría a la Argentina ganar tiempo ya que la Corte difícilmente fallaría antes de mediados de 2015. Este tiempo sería extremadamente valioso dado que implicaría la expiración de la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers), por la cual Argentina no puede negociar con los holdouts condiciones distintas a las del canje de 2010. Sin embargo, hay que considerar que la Corte toma solo entre 70 y 80 casos por año, es decir solo aquellos casos de cuantiosa relevancia para los EE.UU., mientras que el asunto en cuestión involucra un conflicto entre un país extranjero (Argentina) y privados (Fondos Buitres).
- Pedirle al procurador General de los EE.UU. una opinión respecto al caso. Esto también le permitiría a la Argentina ganar tiempo ya que el Procurador no emitiría su opinión antes de agosto y podría extenderse hasta mayo de 2015.
- Denegar el pedido poniendo punto final a la apelación. Esta decisión exige respetar las órdenes pari passu (“en igualdad de condiciones”) y por lo tanto obligaría a la Argentina a pagar USD 1.300 millones a los holdouts previo a cumplir los próximos servicios de deuda del 30 de junio (correspondiente al pago de renta y capital de los discounts – DICA, DICY, DIAO y DIYO).
Si bien solo el 7% de los tenedores no ingresaron al canje, el pago a los holdouts desataría el reclamo por parte de aquellos que sí entraron a la reestructuración de 2005 y 2010 por aproximadamente 15.000 millones de dólares y, ya que Argentina no está en condiciones de afrontar ese compromiso, dispararía un nuevo default de la deuda argentina.
Dado que el Gobierno de Barack Obama se ha mostrado últimamente del lado argentino en la eterna batalla contra los “buitres”, parecería ser que el escenario más probable es que la Corte espere la opinión del procurador.
Ahora bien, ¿qué podría ocurrir con los precios de los bonos? Tanto si la corte considera el pedido de Argentina como si aguarda la opinión del Procurador, es de esperar que el país finalmente arregle con los holdouts una vez expirada la clausula RUFO. Esta situación implicaría la salida por completo del default, y gracias a su bajo endeudamiento, la Argentina podría ver una fuerte disminución en el riesgo país y un importante rally en los bonos. Aquí hay que tener en cuenta que los bonos más largos como los Discount y los Par, serían los mas beneficiados.
Por otro lado, si Argentina entra en default esta claro que se vería un duro recorte en los precios de los bonos, pero esto no significa necesariamente que dejaría de pagar los servicios de deuda de los bonos ley Argentina. Entrar en default implicaría quedar fuera de la jurisdicción de las Cortes de Estados Unidos, y probablemente nos encaminaríamos al canje del canje, donde los bonos ley extranjera serían reemplazados por bonos ley Argentina, y paradójicamente los “buitres” volverían a quedarse con las manos vacías.
En conclusión, si bien el mercado no parece estar priceando un evento de default, está claro que festejó el acuerdo parisino con extrema cautela. Hasta después del 12 de junio los bonos argentinos no serán una opción para porfolios conservadores, pero sí ofrecen un gran premio para aquellos dispuestos a tomar el riesgo.