"Endeudarse es ahora más fácil que nunca. Las mangueras de los bancos centrales no se secan y las imprentas de estos mismos están las veinticuatro horas del día imprimiendo dinero. Ahora, con el cisne negro del CIVD-19, que ha puesto en jaque, o peor, a la economía del mundo. Por eso, el endeudamiento de los países y sus déficits crecerán mucho más. Los más jóvenes se rasgan las vestiduras. Lo mismo hacen los jubilados que nunca atendieron, estuvieron tan pendientes como ahora, presa del pánico y del miedo, de los asuntos económicos. ¿Existe la deuda perpetua? ¿Puede quebrar un país? Un país puede endeudarse hasta las cejas, lo que le dejen. Luego, o paga o quiebra", me dice uno de mis gurús favoritos.
Hace dos años escribí, tras una entrevista con un CEO de una gran gestora, que pronto nos prepararán para la Deuda Perpetua, como antes nos han preparado para otras tantas cosas. "La ingente deuda global, con registros jamás marcados en la Historia, es uno de los grandes problemas que azota el crecimiento mundial. Los dioses y sabios del Planeta Tierra llevan años discutiendo en privado qué hacer, cómo reestructurarla. Se habla de quitas en torno al 25%, de sacarla fuera de los bancos centrales. También, de perpetuarla. Seguir dándole patadas al balón, hasta que estalle por las costuras. Países como Canadá o España ya han emitido bonos a 50 años, mientras que México, Bélgica e Irlanda lo han llegado a hacer con bonos cuyos vencimientos son a cien años vista. Irlanda y Bélgica han logrado colocar deuda a un siglo con una rentabilidad cercana al 2,30%, mientras que México se convirtió en la primavera de 2015 en el primer emisor soberano de deuda centenaria".
Ahora, el Departamento de Tesoro de Estados Unidos está estudiando la posibilidad de emitir deuda con vencimiento a 50 y 100 años con el objetivo de aprovechar el actual entorno de bajos tipos de interés, según aseguró hace unos días el nuevo secretario del Tesoro, Steven Mnuch. En una entrevista con la cadena CNBC, Mnuchin indicó que emitir deuda a tan largo plazo es un asunto que se debe "considerar seriamente", y afirmó que es algo que ya han comenzado a estudiar en el Tesoro estadounidense. "Tenemos que explorar si podemos emitir deuda a 50 o 100 años con primas muy pequeñas", precisó Mnuchin, que reiteró que tiene sentido que el Tesoro estudie esta posibilidad, aunque señaló que todavía no están preparados para hacer un anuncio formal al respecto".
"Alargar los plazos, poner a los acreedores a la cola y seguir dándole a la manivela. Deuda perpetua", me dice el analista jefe de un banco de inversión. "Una manera simple y decisiva de atajar especulaciones y de seguir como estamos, pero difiriendo en el tiempo", añade.
Deuda perpetua y quiebras de países han existido a lo largo de la Historia. Y seguirán existiendo…
¿Puede España entrar en bancarrota? Quizás. De hecho tiene el honor de ser el primer país de la Historia en arruinarse. Lo escribía Ramón García (Invertia.com). La última vez que España suspendió pagos fue el siglo pasado tras la Guerra Civil y desde finales del siglo XVI no ha podido hacer frente a sus deudas en más de una decena de veces.
Felipe II fue el primero en presentar un `concurso de acreedores y los últimos volúmenes de deuda y el fuerte desempleo han vuelto a despertar los fantasmas de la quiebra. Lista de todas las bancarrotas de España. Las finanzas españolas siempre se han movido en el terreno de las bancarrotas. La falta de emprendedores ha hecho que la mayor parte de las infraestructuras siempre haya ido al cargo de la Hacienda Pública.
Gastos que no siempre se han visto compensados por la parte de los ingresos y que han llevado a una media de casi una quiebra cada 50 años, aunque se han vivido periodos muy tranquilos. Primero fue el alto coste de las empresas bélicas hispanas, desde Filipinas hasta las Indias. Más tarde, la Guerra de Independencia y la pérdida de las colonias “las gallinas de los huevos de oro y plata"-. Luego, las luchas entre conservadores como Cánovas del Castillo y progresistas como Sagasta fueron las que no permitieron el equilibrio de las finanzas. Finalmente, fue la Guerra Civil la que llevó de nuevo la suspensión de pagos a la economía española.