En un contexto netamente alcista para el dólar, sus monedas rivales hacen méritos para extender las ganancias de la moneda norteamericana a límites más allá de los esperados poco tiempo atrás.
El euro encabeza la lista de divisas debilitadas por malas noticias que lo empujan cada día más abajo, y aunque a menudo estas noticias son ponderadas en forma exagerada, sin dudas muestran un estado de cierta complejidad de la eurozona en materia económica. Es claro que cuando los datos no son buenos, se aceleran las bajas.
La divisa única no deja de tocar mínimos de 9 años frente al dólar llegando, hasta el momento, a 1,1760, valor que aparece como un soporte totalmente frágil y vulnerable en las próximas horas. El euro luce totalmente sobre vendido en todas las temporalidades,desde las de muy largo plazo hasta las que abarcan pocas horas por delante. Sin embargo, no logra revertir sus pérdidas.
Habitualmente, estos movimientos son revertidos con dificultades, con un primer impulso inicial en contra de la tendencia dominante, y fuertes correcciones posteriores. Puede que esto vuelva a ocurrir en los próximos tiempos, aunque en estos momentos el euro no ofrece un piso cierto desde donde pueda iniciar una recuperación.
Las noticias conocidas en la fecha impulsaron, una vez más, a la moneda única hacia abajo, con una fuerte baja de las órdenes de fábrica en Alemania, que borraron la buena nueva de la víspera, un record mínimo de años en la tasa de desempleo de ese país. En otro contexto, un dato de esa naturaleza hubiera alcanzado para brindarle al euro más de una centena de puntos a su favor; ayer, apenas lo movió.
El atentado terrorista ocurrido el miércoles en Paris no parece, por ahora, impactar en el precio del euro. Para los memoriosos, un hecho similar, el de estación de Atocha en Madrid en marzo de 2004 generó un fuerte alza de la moneda europea.
Todo esto sucede en momentos en que el Banco Central Europeo (BCE) refuerza sus pretensiones de inyectar dinero en el circuito económico buscando combatir una deflación que parece sentenciada. La reunión de política monetaria del organismo, que tendrá lugar en dos semanas, será definitoria en este sentido.
Saliendo del euro, la nota relevante del día la dio el dólar australiano, que ganó posiciones a primera hora luego de un buen dato de permisos de construcción de diciembre, que crecieron por encima de lo esperado.
El aussie parece buscar un suelo en su fuerte baja de los últimos meses, y la zona de 0,8030 es por ahora un buen soporte. Técnicamente, el precio de 0,8032 fue alcanzado dos veces en pocos días, y podría ser la base de un doble suelo con un neck line en 0,8155, y un objetivo que, de cumplirse, podría llevar al AUD/USD a 0,8280.
El yen, mientras tanto, cae ligeramente ante el dólar, ante una jornada algo más calma que la del martes en los mercados, que redujo la búsqueda de refugio de los inversores. La divisa nipona se perfila nuevamente como la divisa a comprar si la situación financiera global se complica, como ha venido sucediendo en los últimos días.
Su tendencia es bajista ante el dólar, y podría buscar la zona de 120 unidades en las próximas horas. Sin embargo, creemos que puede ofrecer una recuperación de mediano plazo de fuerte intensidad, buscando 112/111,50.
En cuanto a la libra esterlina, cae al ritmo del euro, en los momentos previos a la publicación del anuncio de política monetaria del Banco de Inglaterra. El reporte dejará sin cambios la tasa de interés de referencia, que quedará en el 0,5%, y el plan de compra de bonos, que se mantiene sin cambios desde julio de 2012.
La fuerte baja de la libra perdió velocidad en las últimas horas, aunque acumula más de 550 puntos desde inicio de enero, un movimiento que no tiene muchos vínculos con los fundamentales británicos, y que podría ser revertido en los próximos días.
El otro activo que se halla en la mira de los mercados es el petróleo. El barril WTI logró dejar de caer el miércoles, y se recupera ligeramente en estas horas, con un precio actual de 49,08 dólares; su tendencia de corto plazo se mantiene bajista, y solo la superación de 49,90, primera resistencia, podría cambiar este panorama, aunque difícilmente logre superar 50,65 en un impulso alcista durante la sesión americana.
Finalmente, los futuros del índice Dow Jones se recuperaron el miércoles en buena forma, movimiento que se mantiene mientras promedia la sesión europea del jueves. Por delante tenemos las peticiones semanales de desempleo, que podrían impactar en los mismos en forma moderada.